Cenas menos elaboradas por Navidad

Un año más ha llegado la noche de las cenas copiosas. La noche de los excesos gastronómicos por excelencia dispara las ventas de carnes y pescado en la comarca y este año, según han valorado varios profesionales, el volumen de compras se ha estabilizado con respecto al anterior. Seguimos siendo fieles a los mismos productos y, como es habitual, dejando las compras para el último momento. A falta de una mañana para poder hacer acopio de productos, la de hoy, los empresarios alertan sobre una tendencia que a la vuelta de unos años podría resultar preocupante, «los hábitos de consumo de los jóvenes para las fiestas navideñas».

Llega la Nochebuena y donde habitualmente se veían sopas de pescado , patas de cordero al horno o pitu de caleya guisado, ahora cada vez más hay chuletas o solomillo a la plancha con guarnición. Es decir, según el tipo de productos que se consumen, los vendedores tienen claro que los platos elaborados están «en peligro de extinción». Aún así, al menos de momento, el gasto medio por persona en la cena y la comida navideñas se podría fijar entre los 20 y los 30 euros.

Menos colas y menos lista de encargos ha detectado en el negocio que dirige Pedro Gutiérrez, de Pescados y Angulas Gutiérrez, en Ribadesella. El empresario echa de menos «más alegría en las compras», que asemeja más o menos a las del pasado año. «No hubo tanta lista de encargos ni tanto follón en la tienda, las compras están siendo escalonadas y tranquilas».

En precios, la merluza se mantiene «casi desde el verano», pero han subido «la lubina, el rape y el besugo». «Lo hemos vendido más bien por encargo, porque la gente se lo piensa mucho al comprar», explicó. Respecto a la angula, especie de la que disponen de viveros, explica que se terminó «entre el lunes y el martes de esta semana, antes no se vendió casi». En el volumen de ventas y en el tipo de productos Gutiérrez advierte que «a la vuelta de diez años esto se acaba». «La gente joven no se para a elaborar platos como los de antes, se han dejado de hacer sopas de pescado, por ejemplo. El futuro, en mi opinión, pasa por comprar la comida hecha para cenarla en casa ese día».

No va desencaminado en su valoración Julio Niembro, de la carnicería El Rubiu de Cangas de Onís, pues insistió en que cada año en más medida «se venden carnes para la plancha». «La juventud se olvida de los guisos y va a lo fácil, con ternera vuelta y vuelta, por ejemplo chuletón o solomillo», detalló. A pesar de todo reconoce que «el lechazo, el cordero y el cabrito son los más vendidos, además del pitu de caleya».

Precios estables

En general, los precios oscilan en la comarca en la misma horquilla. Lechazo de 4 a 6 kilos 18 euros, de 7 a 9 kilos 15 euros y cabrito también 15 euros el kilo. El solomillo de ternera a 30 euros el kilo, el cochinillo entre 9 y 14 euros el kilo y el pitu de caleya a 11 euros, según han informado varios vendedores.

También en la parte del pescado se mueve José Antonio Sánchez, de Pescados Toño (Cangas de Onís), que encuentra las Navidades este año «bastante animadas». «Sale mucho langostino, pescados para hacer al horno y también surtidos para sopas», explicó. Sánchez, que también es el presidente de la Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur), destacó a su vez que en el resto de negocios «se está viendo bastante actividad», por lo que se espera una Navidad «interesante en cuanto a ventas».