Los ladrones la toman con Nueva

La localidad llanisca de Nueva ha registrado en menos de una semana tres robos y otras dos tentativas en viviendas y establecimientos públicos. Desde que, tal y cómo recogía EL COMERCIO, el pasado día 25 de noviembre se sustrajera un camión de un taller metálico en la carretera que baja a la playa de Cuevas del Mar durante la noche, se han sucedido atracos hasta el día 30. El 27 los ladrones accedieron al bar La Caverna, junto a la iglesia, y a una vivienda que hay en la planta superior. «Se sustrajeron un total de 390 euros y billetes de lotería de una fiesta local y, sumado a los daños ocasionados, se calcula que la pérdida es de unos 1.000 euros», confirmó la Benemérita. El robo se perpetró durante la madrugada.

En el parte de ese mismo día también consta que se trató de entrar en otros dos establecimientos cercanos, un 'Minimás' y una cervecería sin actividad, «pero no se logró perpetrar el allanamiento».

Solo dos días más tarde, el pasado día 30 de noviembre, los ladrones accedían a una vivienda en esta misma localidad. Entraban forzando las ventanas de la misma, aprovechando que no se encontraban sus propietarios en el interior y aunque en la denuncia no se especifica cuáles fueron las sustracciones, sí que se indica que «se encontraban revueltos todos los cajones».

Según ha podido saber este diario, en las últimas jornadas también se ha registrado otro episodio de similares características en la localidad riosellana de Cuerres, a escasos kilómetros de la capital del Valle de San Jorge. Se trata de un chalet cerrado, cuyos dueños se encuentran de vacaciones, y donde los cacos se habrían llevado «televisores y ordenadores», entre otros enseres.

Echando la vista atrás, también en Nueva de Llanes, la cafetería El Trasgu fue también víctima de robo hace escasos meses. Este es un establecimiento ubicado en el centro del pueblo y no ha trascendido la cantidad sustraída.

La intranquilidad se ha adueñado de los vecinos que, ante estos episodios, temen que se sigan repitiendo y piden a la Guardia Civil que incremente su vigilancia nocturna en la zona. Fuentes del cuerpo aseguran que las patrullas «se mantienen en este pueblo y los alrededores» y han hecho un llamamiento a la tranquilidad. Explican desde la Benemérita que aunque «siguen abiertas todas las posibilidades», en principio el modus operandi hace indicar que «no se trata de una banda organizada». «La investigación está abierta», insisten.