Jardines del palacio del conde de la Vega delSella.

Cinco jardines a un paso de la excelencia cultural

El Principado trabaja para incluir un total de 50 vergeles asturianos en el Inventario del Patrimonio regional

Guillermo Fernández Buergo

Sábado, 6 de junio 2015, 00:23

La Consejería de Cultura y Deportes del Principado ha iniciado un expediente de información pública con el fin de que 50 jardines de la región sean incluidos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Del medio centenar de vergeles que completan la propuesta, cinco se encuentran situados en la comarca oriental. Tres en Llanes: el del palacio del conde de la Vega del Sella, en Nueva; el de la Casona, en Naves, y el del palacio del marqués de Los Altares, en Pancar. También están en la lista el jardín de la Quinta Guadalupe, en Colombres, y el de la Casa Toraño, en la localidad piloñesa de Villamayor.

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La Ley de Patrimonio define el jardín histórico como «el espacio resultante de la ordenación por la intervención humana de elementos naturales, eventualmente complementados con edificaciones o estructuras de arquitectura o de ingeniería». Bajo este paraguas, el Principado quiere proteger 50 jardines históricos en Asturias de elevado valor patrimonial, tanto de titularidad pública como privada.

El expediente permanecerá sometido a información pública por un plazo de veinte días y los interesados podrán tener acceso a su consulta. Algunos de los jardines comarcales ya cuentan en su haber con algún otro tipo de protección que avala su valor histórico y patrimonial.

Joyas históricas

El jardín del palacio del conde de la Vega del Sella cobija un estanque de forma irregular en el que viven nenúfares y cuenta con invernaderos y bancos de madera y de hierro. La riqueza arbórea es impresionante: hayas, liriodendros, tuliperos, cipreses, cedros, araucarias, pinos, palmeras, abetos, tejos, carbayos, tilos y encinas. En sintonía con la personalidad del que fuera su fundador, se presenta vacío de ornamentos.

La Casona de Naves cuenta con un jardín de origen indiano y tintes afrancesados. Conserva la estructura de un pequeño invernadero y caminos de tierra, así como la verja perimetral de un estanque, hoy cegado. Mantiene setos de boj podados, camelias, rosales de pie alto y singulares agapantos. Permanecen en pie viejas araucarias, coniferas, magnolios, frutales de pepita y manzanos de pomarada.

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El vergel del palacio de Los Altares tiene un cerramiento con muros de mampostería de tres metros de altura y caminos de grava y losas de piedra. Destaca una ordenada plantación de camelias, laureles, palmeras y tejos. Y en el exterior se encuentra una curiosa alineación de plátanos.

La Casa Toraño dispone de un estanque rodeado por una balaustrada de piedra y en el centro albergaba una isla en la que se instalaba un templete. Conserva bancos azulejados sin respaldo e infinidad de camelias, tilos, magnolios y sauces llorones. Antaño, los setos de boj formaban figuras geométricas.

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Del jardín de la Quinta Guadalupe destacan sus monumentales puertas de forja y una parte del cierre en rejería sobre zócalo. Alberga tres espectaculares alineaciones de tilos, y multitud de palmeras, fresnos, cipreses, cedros japoneses y cedros del Himalaya.

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