Manolín y Lolo, en el centro, acompañados por Atilano y Héctor, a la derecha, y los jueces y armadores en la bolera de Contrueces. :: G. F. B.

Lolo y Manolín ganan en Contrueces el regional de parejas de segunda categoría

El dúo de La Venta firmó una media de 31,45 bolos por juego y su gran baza fue llegar al cambio de tirada con una ventaja de 7 chicos a 2

GUILLERMO FERNÁNDEZ

Martes, 3 de marzo 2015, 00:28

El dúo de la peña llanisca de La Venta formado por Lolo y Manolín se proclamaba el pasado domingo en la bolera gijonesa de Contrueces campeón de Asturias de parejas de segunda categoría al imponerse en la final a Héctor y Atilano, de Rozadas, por 14 juegos a 10. Las finales se juegan para ganarlas y bajo esa premisa acabaron la partida los llaniscos. Otra cosa es el bajo nivel de la confrontación en la que Lolo y Manolín conseguían una frecuencia de 31,45 bolos por tirada: 31,8 al pulgar y 31,1 a la mano, mientras que la media de sus rivales era de 32,3 bolos por tirada: 36,75 a la mano y 27,85 al pulgar. El gran mérito de los llaniscos fue poner tierra por medio en la primera parte, al llegar al cambio de tirada con ventaja de 7 chicos a 2, y acertar a matar la jugada del rival en momentos puntales. Con eso les bastó para salir de Contrueces con la medalla de oro colgada al cuello.

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Los llaniscos ganaron su primer juego de 30 bolos al pulgar y perdían los dos siguientes al no borrar 43 bolos de Héctor y Atilano a la mano y perder uno propio de 31. Así pues, el marcador era favorable a los de Rozadas por 2 chicos a 1. Pero a partir de ese momento Lolo y Manolín se llevaban seis juegos de forma consecutiva: mataban tres del rival, de 34, 31 y 39 a la mano, y se adjudicaban tres propios, de 32, 35 y 30 al pulgar.

Iniciaban los de Rozadas la segunda mitad matando un juego de los llaniscos de 24 bolos a la mano, pero Lolo y Manolín se adjudicaban tres parciales de una tacada: borraban 29 y 28 bolos de los de Rozadas y ganaban uno propio de 41 a la mano. El marcador se ponía entonces con 10 chicos a 3 a favor de los de La Venta. La ventaja llegó a ser de 12 juegos a 5, diferencia que parecía despejar el camino hacia la victoria, pero los de Rozadas ganaban cinco juegos de forma consecutiva: mataban tres parciales de los llaniscos de 26, 27 y 26 bolos a la mano y se adjudicaban dos propios de 33 y 29 al pulgar.

La partida era para entonces lo más parecido a una montaña rusa y el marcador reflejaba un 12 a 10 a favor de la pareja de La Venta, que para cerrar la victoria borraba un juego del rival, de 25 al pulgar, y se llevaba uno propio de 37 a la mano.

Lo dicho, los espectadores asistieron a una partida con registros a la baja. La primera parte resultó aceptable pero en la continuación el juego de ambas parejas fue un despropósito. De los ocho parciales que pusieron los de La Venta a la mano solo ganaron dos, con tanteos de 41 y 37, y perdieron seis con registros de 24, 37, 31, 26, 27 y 26. Y de los siete chicos que pusieron los de Rozadas al pulgar solo se adjudicaron dos, con anotaciones de 32 y 28, y perdían cinco con tanteos de 29, 28, 26, 27 y 25.

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