Andrea Inguanzo
Miércoles, 4 de febrero 2015, 00:23
En la mañana de ayer la comarca se despertaba con la noticia de haber vivido una historia digna de un guión de Hollywood. Y es que así mismo describían algunos testigos la persecución de un vehículo llevada a cabo por una quincena de patrullas de la Guardia Civil entre Santander y Llanes, que para ellos fue «de película». La historia comenzaba en la madrugada de ayer martes en el centro de Santander, concretamente a las 4 horas dos jóvenes asaltaban la cafetería Lizard, de la calle San Fernando de la capital cántabra, llevándose con ellos un disimulado botín.
Publicidad
Horas más tarde, alrededor de las 8.45, fueron interceptados cuando circulaban con un pequeño turismo por la calle Repuente, en el barro de La Albericia, en un control de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Cantabria. Al verse acorralados, según ha podido saber este diario, ambos se taparon el rostro con bufandas y decidieron saltarse dicho control, momento en el que se puso en marcha todo el dispositivo. Los jóvenes en cuestión eran dos conocidos de la justicia, J. C. A. R. y A. L. L, ambos de 20 años de edad y vecinos de Santander. Los dos cuentan con antecedentes por delitos contra el patrimonio y ayer, en menos de una hora, sumaron una gran lista de infracciones a sus expedientes.
Los fugitivos viajaban en un Volkswagen Golf de color negro que robaron también horas antes en un garaje privado, con las llaves puestas. Ha trascendido que la propietaria del turismo es una mujer con residencia en León, que poco va a recuperar cuando le devuelvan su coche, pues la historia acabó con este empotrado contra el quitamiedos de la autovía del Cantábrico. Pero será mejor ir por partes.
Tras saltarse el control y ser reconocidos, los jóvenes huyeron por las calles de Santander, con la intención de salir de la ciudad, y para ello entraron por direcciones prohibidas y cometieron todo tipo de infracciones a su paso, poniendo en grave peligro la seguridad vial. La Policía Nacional comenzó a seguir al Golf sin poder darle alcance, hasta que éste tomó la carretera S-20 en dirección a Torrelavega. En ese momento se solicitó por parte de los agentes apoyo a la Guardia Civil de Tráfico, que fue sumando patrullas durante todo el transcurso de la persecución.
Pisando el acelerador y encaminado hacia Asturias, el vehículo fugado entró en la autovía del Cantábrico donde la cosa se complicó ante el importante volumen de tráfico que se registraba entre Santander y Torrelavega a esas horas de la mañana. Un total de quince fueron las patrullas que salieron a la caza de estos cacos, mientras ellos circulaban en zig-zag por la vía rápida, a gran velocidad y con el consiguiente peligro para el resto de vehículos.
Publicidad
Heridos leves
Tras varios intentos fallidos por interceptarlos, el final de la persecución perdió hasta encanto, en relación a lo espectacular de la historia. Tras casi 100 kilómetros de viaje y habiéndose sumado a su entrada en la región una patrulla de Llanes, otra de Panes y otra más de la Pafite, el Golf impactó con los dos quitamiedos de la calzada en el kilómetro 281 de la A-8, justo después de pasar el puente de Santiuste. Fue entonces, a las 9.39 horas, cuando los agentes lograron detener a los dos jóvenes que, tras el impacto, habían resultado heridos leves y tuvieron que se trasladados también al centro de salud de Llanes. Desde allí se les condujo hasta el cuartel de la Benemérita en la villa llanisca, donde se espera que en la jornada de hoy pasen a disposición judicial.
En el vehículo se encontraron 64 cajetillas de tabaco de varias marcas, así como un total de 200 euros en monedas. Todo ello procedente del atraco perpetrado de madrugada en la cafetería Lizard. Los responsables del establecimiento confirmaron a este periódico que la pasada noche les habían forzado la máquina de tabaco y vaciado el cambio de la registradora, y que para entrar «rompieron la persiana con una cortadora y dejaron la puerta de cristal de seguridad hecha añicos». Precisamente, dentro del vehículo de los sospechosos también se hallaron herramientas como cizallas, una palanca y prendas que pudieron usar en el robo, como bufandas y guantes.
Publicidad
Pudo acabar en tragedia
Se les acusa de un delito contra la seguridad vial, otro contra el patrimonio y además otro de atentado contra la autoridad. Entre las diligencias abiertas por la Guardia Civil también se investigaba ayer el hecho de que los fugitivos pudiesen estar relacionados con otros robos recientes.
Un final de infarto para una persecución que, según comentaron los propios agentes, pudo terminar en tragedia y, por suerte, no se saldó con ningún otro herido, aunque verdaderamente fuese un milagro. En algunas zonas, como Torrelavega o Cabezón de la Sal, «se estuvo a punto de darles caza», según confirmaron fuentes del dispositivo, pero conseguían zafarse circulando «a gran velocidad» y con maniobras «peligrosas», que ponían en peligro al resto de conductores. Carne de guión policíaco, basado en hechos reales, sin salir de la comarca.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.