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Los alumnos de 2º de la ESO ayer en las nuevas aulas portátiles del IES Rey Pelayo de Cangas de Onís.
«Las nuevas aulas que estrenamos son pequeñas pero están muy calentinas»

«Las nuevas aulas que estrenamos son pequeñas pero están muy calentinas»

Los alumnos del IES Rey Pelayo reconocen sentirse cómodos en los barracones que serán sus clases durante los próximos años

Andrea Inguanzo

Viernes, 9 de enero 2015, 00:37

Han pasado la prueba de fuego. El nuevo aulario del Instituto de Enseñanza Secundaria Rey Pelayo de Cangas de Onís abría sus puertas ayer para acoger a los 200 alumnos que desde que se iniciaba el curso se vieron afectados por el cierre preventivo de un ala del edificio. En su horario habitual y en medio de una gran expectación los escolares cruzaban el umbral de las que serán sus nuevas clases durante, al menos, los dos próximos cursos y, en sus palabras, el resultado fue «mejor de lo esperado». Tras haber sido reubicados buena parte de ellos en unas aulas del colegio Reconquista, a un kilómetro de distancia del instituto, el regreso al recinto era algo que todos deseaban. A ello se sumaba lo llamativo de esta nueva parte del centro, formada por un total de 40 casetas que unidas entre sí forman un semillero de 11 aulas, de las que una de ellas se habilitará como laboratorio.

Manuel Sada, alumno de 1º de la ESO, contaba que su percepción fue al entrar de que «las nuevas aulas son pequeñas pero están muy calentinas». El pequeño no ponía muchos impedimentos para que éstas sean sus aulas durante los próximos años. «A mí me gusta estar en estas clases», afirmó. Por su parte, Marina Pérez, de 3º, insistía en que la primera impresión fue «mucho mejor de lo que nos habíamos imaginado al verlas desde fuera». «Esperábamos que fuesen más pequeñas y sobre todo pasar mucho más frío, pero fue todo lo contrario», explicó. En relación al equipamiento, Marina recordó que «faltan algunos muebles y servicios», pero al igual que sus compañeros reconoció que «irán llegando poco a poco».

Isabel Trespando y Carla Martínez fueron dos de los ochenta alumnos que pasaron el primer trimestre en el centro de Primaria. «Allí no estábamos mal del todo pero estamos muy contentas de volver al recinto junto con todos nuestros compañeros», relataron. Destacaban los chicos y chicas que durante las primeras horas «no nos dejaron usar los baños» y reconocían que las aulas «no son muy guapas pero se está bien».

El director del centro, Benjamín Argüelles, se reafirmaba ayer en lo satisfactorio que fue el resultado de la colocación de los barracones. «Los alumnos están contentos y nosotros, dentro de lo que podíamos haber pasado, estamos satisfechos de lo que tenemos». Satisfacción porque hay una solución, pero aún no se sabe si es la mejor. Así lo trasladaba una de las docentes, Palma Aparicio, que recordaba que «hoy estamos todos con el entusiasmo y la satisfacción del primer día pero habrá que comprobar muchos factores, como el ruido que pueda suponer la lluvia sobre estas casetas prefabricadas o la acústica de las aulas con estos techos tan bajos», detalló. El camino se abre ahora para la demolición de la parte dañada del antiguo edificio.

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