
T. BASTERRA
Lunes, 11 de agosto 2014, 01:43
Jornada de atascos la que se vivió ayer en la comarca del Oriente, especialmente durante la primera mitad del día. El punto más conflictivo fue, como era de esperar, el final de la Autovía del Cantábrico que, una vez más, se convirtió en un embudo por donde tenían que pasar todos los vehículos que trataban de abandonar Asturias. Las retenciones se prolongaron desde el enlace de la A-8 con la N-634 en la localidad ribadedense de La Franca, hasta las inmediaciones del túnel de Santiuste, ya en el término municipal de Llanes.
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Como se preveía el paso de una vía rápida de dos carriles a una carretera nacional de uno, sumado al alto índice de vehículos que ayer circulaban por la A-8 hacia Cantabria, generó un notable atasco ya desde antes de la hora de comer y hasta bien entrada la tarde.
Otro punto de la comarca oriental donde ayer también se produjeron congestiones reseñables fue en la N-634, a la altura de la localidad canguesa de Coviella, en las inmediaciones de Arriondas. Y es que los miles de vehículos que abandonaban los aparcamientos del Festival Aquasella causaron las lógicas retenciones que llegaron a alcanzar los 2 kilómetros de longitud.
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