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GUILLERMO FERNÁNDEZ
Viernes, 1 de agosto 2014, 00:36
La perseverancia y el tesón de Pedro Fernández, párroco de Cabrales, han dado frutos. El sacerdote, inasequible al desaliento, inaugurará el próximo 5 de agosto en Bulnes el nuevo pórtico de la capilla de la Virgen de las Nieves, coincidiendo con el día grande de la fiesta. Eufórico, ayer presentaba el final de las obras. La imagen de la Virgen de las Nieves, restaurada por Sara García, ya abandonó la iglesia parroquial de San Martín para mudarse a la que fue su casa de toda la vida, la ermita ubicada en el interior del cementerio bulniego.
La capilla es un lujo. La hornacina, el sagrario y las escalerillas proceden de Santa María de Llas. La mesa del altar salió del taller del ebanista César Gancedo. Las rejas y el artesonado exterior fueron elaboradas por José Manuel Prieto. La instalación eléctrica la realizó Manuel Mier. Y la obra de albañilería la efectuó Fernando Huerdo. Todos cabraliegos.
Pedro Fernández, hombre exageradamente cauto y discreto, no quiso desvelar el coste de la obra y se limitó a matizar que «están pagadas con un préstamo y ya se recaudó el 30% del total. El resto se pagará con donativos. El Arzobispado contribuyó con 1.800 euros».
Explicaba ayer el párroco que a Bulnes, «el corazón de los Picos de Europa, suben todos los años 60.000 personas y me parecía necesario disponer de un oratorio en esa zona. Además es de justicia, porque la Virgen de las Nieves también está en la cima del Naranjo de Bulnes».
Comentaba Pedro Fernández que el cementerio de Bulnes estuvo techado, con la capilla en la cabecera del camposanto. Durante la Guerra Civil la ermita fue «desvalijada» y se derrumbó en los años 50. La obra de rehabilitación también incluye al osario, ubicado en un lateral, que antes era «una escombrera». Así pues, «unos vecinos de Bulnes descansarán en lo sucesivo a los pies de la Virgen y otros a su lado».
Y como posiblemente sea el párroco de Cabrales quien mejor conoce las necesidades de los vecinos más desfavorecidos, los golpeados por la crisis, tal vez sea esa particularidad la que le impulsó a colocar un amplio cepillo con cuatro ranuras para que los peregrinos a los Picos de Europa dejen su óbolo, «con destino a Manos Unidas, Cáritas, la Virgen de las Nieves o a misas por los difuntos». La filosofía solidaria de Pedro Fernández es muy fácil de explicar: «La verdadera devoción a la Virgen nos lleva a ser solidarios con todos y especialmente con los más necesitados».
Así pues, el 5 de agosto de 2014 se presentará a los fieles la nueva capilla, aquella que los ojos de Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, vieron arruinada hace un año.
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