«En espeleología, los Picos son el Himalaya de las cuevas»

El ovetense Pablo Villabrille Sampedro es el alférez jefe del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Cangas de Onís. En el año 2001 ingresaba en la Guardia Civil y tuvo su primer destino en la localidad tevergana de Entrago, en funciones de seguridad ciudadana. Realizó el curso de montaña en Candanchú y, desde guardia a cabo primero, pasó seis años en el equipo de montaña de Puebla de Trives. Y antes de llegar a su actual destino perteneció al equipo segoviano de la localidad de Riaza.

¿Qué atractivos tienen los Picos de Europa y zonas adyacentes para mover a tanta gente?

Se trata del macizo más bonito de la península y el que ofrece mayores desniveles de roca. Es una zona agreste que presenta grandes contrastes en el paisaje. En espeleología es el Himalaya de las cuevas, un 'sancta sanctorum' que ofrece las mayores profundidades del país, de más de mil metros. Aunque es necesario comentar que existe la prohibición de recorrerlas dentro de los límites del Parque. Por no hablar de las rutas de montaña como las de la sierra del Cuera, la cuarta cordillera del mundo con picos de más de mil metros próximos al mar.

¿Cuáles son los lugares más conflictivos, los que generan mayor número de rescates?

La Ruta del Cares, las estribaciones asequibles y los barrancos fáciles con actividad de aventura. Ahí se producen más incidencias que en otros de los espacios que requieren una técnica superior.

¿Son altos los peligros para el rescatador?

Nuestro riesgo es inherente al de cualquier montañero, aunque contamos con el plus de conocer el medio en el que nos movemos y las causas del accidente, pero el riesgo siempre existe.

¿Cómo reacciona el rescatado?

Lo que más espera y desea es la llegada del grupo de rescate. Por nuestra parte apenas disponemos de tiempo para relajarnos porque muchas actuaciones se producen en condiciones muy especiales: temperaturas de 20 grados bajo cero, visibilidad a dos metros y alto riesgo, incluso para un experto. La reacción del rescatado suele ser posterior al momento en que le salvas la vida, te visitan y agradecen la actuación.

¿Es frecuente, o no lo es, que senderistas y montañeros se acompañen de buenos equipos, consulten horarios y meteorología y acudan al monte en buena forma física?

Hay personas que sobrevaloran sus capacidades. Encontramos gente que con un simple plano en la mano, sin preparación física específica, intentan realizar una travesera que puede llevar dos días a los mejores deportistas. En una ocasión, buscando a una persona desparecida, encontramos a un inglés desorientado, sin agua, destrozado, en pantalón corto y abrasado por el sol. La zona de Picos de Europa es como un queso gruyere y por eso hay accidentes en los que un final feliz es materialmente imposible. Desaparecidos que no se encuentran por lo escarpado del terreno.

¿Recuerda algún rescate muy técnico por su dificultad?

Uno de los más complejos fue el de un espeleólogo húngaro, de 28 años, que había fallecido a 400 metros de profundidad tras precipitarse desde una altura de 80 metros en una sima. Las cuevas de los Picos de Europa tienen entrada pero no salida.

¿Existe un perfil tipo para determinar la frecuencia de un accidente en la montaña?

El mayor número de incidencias se producen en verano y un domingo por la tarde, cuando el cansancio aumenta, hay menor nivel de atención, menos luz y desciende la temperatura. Y muchos accidentes se producen durante el descenso, cuando hay exceso de confianza.

Aseguran que el coste de cada rescate se aproxima a 5.000 euros. ¿Cree que debería trasladarse la factura al rescatado en caso de haber incurrido en una negligencia?

Para nosotros el coste no es cuantificable, nuestro esfuerzo va incluido en el sueldo. Hay comunidades autónomas que tienen previsto cobrar en los rescates derivados de una negligencia, exigir una responsabilidad patrimonial. La Guardia Civil no exige compensaciones pero abrimos un expediente por si del siniestro pueden derivarse responsabilidades civiles o penales.

¿Cuál es el plan de trabajo del Greim de Cangas de Onís durante la semana? ¿Están al día en las nuevas técnicas y medios materiales?

Nuestra actividad es intensa, no podemos permanecer dormidos en los laureles. Realizamos entrenamientos de esquí, travesías, barranquismo, rutas estivales y escalada en roca. De los siete días de la semana, quitando dos de descanso, hacemos prácticas de rescate, reconocimiento de la demarcación y auxilio en pruebas deportivas. Es evidente que los medios técnicos evolucionan de forma constante y tenemos que conocer cada nuevo aparato que sale al mercado. Esa evolución también se da en la prestación de primeros auxilios.

¿La reciente proliferación de carreras de montaña dispara el número de incidencias?

En los últimos siete años el incremento de carreras de montaña es exponencial. De abril a octubre, todas las semanas se celebran una media de cuatro carreras. Y resulta especial la Travesera de los Picos de Europa, con 75 kilómetros de recorrido y 14.000 metros de desnivel. Tratamos de dar la mayor seguridad posible a participantes y organizadores. Saben de nuestra existencia y los promotores aportan ambulancias, médicos y enfermeros.