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La guía Mónica Balmori (primera por la izquierda) conduce a un grupo de visitantes por la parte histórica de la villa llanisca.
Visitar y conocer una misma comarca

Visitar y conocer una misma comarca

El turismo de experiencias coge auge en el Oriente a través del servicio de guías

Andrea Inguanzo

Lunes, 19 de mayo 2014, 19:37

Porque no es lo mismo mirar que comprender, ni visitar que conocer, en la comarca oriental existen interesantes propuestas turísticas para los viajeros. Las visitas guiadas son una alternativa de turismo que aporta una visión muy diferente del viaje, mucho más experiencial y con un importante grado de implicación por parte del visitante en la tierra que acaba de descubrir. En este ala de Asturias existen varias empresas que ofertan originales paquetes turísticos en los que se incluyen este tipo de actividades.

Begoña Collado trabaja como guía acompañante en Asturias, Cantabria y País Vasco desde hace cinco años. Natural de la localidad llanisca de Cardoso, se ha ido especializando a base de tiempo en este campo hasta el punto de ofrecer «a cada tipo de cliente lo que sé que puede llamarle más la atención». Y es que sus visitas, que mayoritariamente ofrece a grupos , no se limitan a explicar la parte histórica de los lugares más frecuentados, sino que «trato de hacer a los visitantes partícipes de las tradiciones, las costumbres y el estilo de vida de nuestra tierra». Por ejemplo, y aunque resulte hasta un poco cómico, «a los visitantes les ayuda mucho que les expliques, antes de ir por primera vez a una sidrería, por qué sólo te van a poner un vaso para compartir o qué son los bollos preñaos y cuál es la tradición que envuelven, junto con las fiestas de prau».

De entre todos los espacios a los que pone explicación, asume que Covadonga «es el que siempre se visita». Además, dentro de la comarca, «Cangas de Onís, Llanes, Ribadesella, Lastres, Picos de Europa, Poncebos, el Muja o el Museo del Queso Cabrales» son los más solicitados. Begoña es guía acompañante, lo que implica que deba estar durante toda la jornada con sus clientes. «Es algo que nos diferencia, por ejemplo, de los guías oficiales. Nosotros pasamos el día entero con los visitantes pero no podemos explicar según que cosas», detalla. De ahí que las tarifas sean, en su caso, más reducidas. De hecho, en el servicio que ofrecen tanto ellas como sus compañeros «puede incluir, si así se requiere, un guía oficial, que contratamos para la ocasión». Y es que a pesar de que es autónoma, trabaja en vínculo directo con otras cinco personas que están en su misma situación.

Una de ellas es Obdulia Victorero, también llanisca, de Pie de la Sierra. Este es su tercer año como guía acompañante y reconoce que, además de todos los conocimientos que debe de manejar para desarrollar esta actividad «también hay que tirar de psicología en muchas ocasiones. Hay veces que pasamos con los grupos hasta 12 horas diarias». Ella también reconoce que, en muchas ocasiones, «tiramos más de etnografía, tradición o folklore que de historia pura y dura», y considera que sus clientes mayoritarios, grupos de jubilados de entre 65 y 85 años que pasan varios días en Asturias, «vienen cada vez más habitualmente».

«Normalmente, aunque este año comenzaron algo más tarde, los viajeros vienen a esta zona procedentes de las comunidades del sur, entre los meses de abril y octubre». Para ellos, quizá esta comarca aún tenga asignaturas pendientes. Obdulia cree que, por ejemplo, «el Santuario de Covadonga y su entorno debe mejorar en accesibilidad». Personas con movilidad reducida o dificultades «se encuentran con demasiadas barreras arquitectónicas en este lugar, que es por otra parte el primero que todos los visitantes quieren conocer».

Ocho años de experiencia y un conocimiento absoluto de esta comarca es lo que ofrece Mónica Balmori desde su empresa, Balmori Eventos y Turismo. Las visitas guiadas son una de las dos vertientes del negocio en las que se mueve y hacia las que iba principalmente enfocada su idea inicial. Esta llanisca, de natural de Posada, habla tres idiomas aunque afirma que «el 99% de mis clientes son nacionales». «Los idiomas son un pilar muy importante porque los viajeros extranjeros demandan bastante este tipo de visitas, aunque en esta zona no son aún demasiado habituales fuera de meses concretos, como mayo y junio», señala.

Su titulación le permite explicar cualquier ámbito, espacio natural o conjunto protegido y aunque maneja amplísimos conocimientos acerca de todos ellos «también me gusta mezclar mis explicaciones con anécdotas o historias que voy descubriendo». «Por ejemplo, al pasar cerca del Palacio Duque de Estrada de la villa, les cuento que extraoficialmente se sabe que su estado es el que es porque fueron directamente los llaniscos los que le prendieron fuego, al encontrar al duque demasiado afrancesado».

Son pequeños detalles que marcan esa diferencia entre el ver y el conocer y que a Mónica le suponen «un intenso trabajo de planificación, documentación y actualización de conocimientos». Entre los lugares que mayor número de veces suele mostrar se encuentra la lonja de pescado de Llanes, el Colombres indiano o la Comarca de la Sidra. Trabaja de la mano de numerosos alojamientos en Asturias, que recomiendan a sus clientes «un tipo de turismo diferente y enriquecedor».

Intrusismo

Un aspecto que las tres planean pero en el que ninguna ha querido meterse en profundidad es la presencia del intrusismo profesional. Lo cierto es que, aunque en un grado muy pequeño, en el Oriente sí existen guías que se publicitan en portales web y que no están autorizados para lucrarse por ofrecer información turística. En las oficinas de turismo más representativas de la comarca señalan que es «prácticamente inusual» encontrar algún caso de este tipo y apuntan que, en todo caso, «de darse, tiene tipificadas ciertas sanciones».

En Ribadesella se abrió una ventana a este tipo de turismo ya el verano pasado, a través de las rutas guiadas a la lonja de pescadores. A raíz de su éxito, para esta temporada el ayuntamiento ha confeccionado un programa de visitas guiadas y gratuitas que incluye, además de la rula, las Huellas de Dinosaurio, el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, la Iglesia de Moru y el Museo del Carmen. La iniciativa se denomina Plan R5 y ya se puso en marcha el pasado 12 de abril y, hasta el momento, han resultado un éxito absoluto. Algo está cambiando en los gustos del viajero que se acercan a la comarca oriental.

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