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Luces se vuelca con San Isidro

Luces se vuelca con San Isidro

La jornada, soleada y agradable, ofreció una procesión con bandina de gaitas, carrozas folclóricas, varios ramos y las andas del santo

Guillermo Fernández Buergo

Lunes, 19 de mayo 2014, 18:43

En una jornada soleada y de agradable temperatura la localidad colunguesa de Luces celebró ayer con gran esplendor el día grande de los festejos en honor a su patrón, San Isidro. A la procesión salieron varios ramos, decenas de mozas ataviadas de asturiana, cinco carrozas folclóricas, un centenario carro del país al que iban uncidas dos lustrosas vacas de valles, las andas con la imagen del santo y un incalculable número de fieles. El cortejo, kilométrico y multitudinario, recorrió los arrabales de Villanueva y la cuesta Malleza, subió por el Pozu del Llobu y transitó finalmente por las planicies de Polimedio y Pandiella, donde estaba ubicada la finca en la que se celebró la misa campestre.

A las once de la mañana se ponía en marcha el cortejo procesional desde el edificio de las antiguas escuelas. Encabezaba el viaje una cruz de plata en manos del lugareño Pedro Aurino y el estandarte de San Isidro trasladado por el joven monaguillo Antonio Quinteiro. Seguía una bandina llegada desde Villaviciosa de la que formaban parte tres gaiteros y dos percusionistas, bajo la batuta de David Muñiz. El niño Miguel Candás pedaleaba en un tractor de juguete en cuyo maletero llevaba varios pitinos. A continuación aparecía Juan Luis Cristóbal conduciendo a 'Castaña' y 'Bertolina', dos magníficas vacas enyugadas a un carro del país del siglo XIX que se presentó con la exa y los trichorios reformados. Por detrás venían las carrozas, varios ramos de pan artesanal y multitud de ofrendas al santo: arbejos, legumbres, sidra, panes y embutidos. Y, por supuesto, la imagen de San Isidro a hombros de cuatro voluntarios costaleros: Manuel Álvarez, Hernán Candás, Luis Rodríguez y José Álvarez.

De celebrar la eucaristía, bajo una carpa en el prau de la fiesta, se encargó Andrés Fernández Díaz, párroco de Lastres, que ayer andaba contrarreloj por el elevado número de misas que tenía que decir. La función religiosa contó con el acompañamiento vocal del coro Manín, dirigido por Faustino Martínez con su habitual maestría y oficio.

Tras la misa se celebró la subasta de los panes de los ramos y las ofrendas de los lugareños a San Isidro y a su conclusión empezaba la sesión vermú, cuyo plato fuerte fue un concurso de tortillas y empanadas que después del fallo del jurado fueron engullidas por los romeros presentes en Luces.

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