La oposición asturiana aprovechó el pleno institucional con motivo de la celebración del Día de Asturias para exigir una mayor contundencia al Gobierno de Adrián Barbón a la hora de defender los intereses de Asturias ante la «amenaza» –en palabras del presiente del PP, Álvaro ... Queipo– que supone el acuerdo fiscal suscrito entre el Gobierno central y ERC. «Por intereses espurios se ha puesto en riesgo la financiación de nuestra tierra y nuestra capacidad de costear nuestros servicios fundamentales», denunció.
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El también portavoz del PP en la Junta, que en su discurso intercaló el castellano con el eonaviego, entiende que «cuanto mayor sea la amenaza, más clara y decidida debe ser nuestra respuesta» y advirtió a Adrián Barbón que ante lo que está ocurriendo «no hay lugar para medias tintas ni para equilibrios extraños y peligrosos». «Asturias y los asturianos siempre deben estar por encima de cualquier otro interés. Siempre», reivindicó.
No fue el líder popular el único que llevó a la Cámara esta cuestión. Previamente, el portavoz de Foro, Adrián Pumares, también criticó el acuerdo fiscal con ERC «que pone en peligro la cohesión territorial y la igualdad entre las comunidades y cierra en falso la necesaria reforma del sistema de financiación autonómica», y reclamó a Adrián Barbón una solución a la infrafinanciación del Principado.
Posteriormente, la portavoz del grupo socialista, Dolores Carcedo, argumentó que «poco se ha concretado aún» sobre el acuerdo fiscal con ERC por lo que entiende que es pronto para conocer su alcance. No obstante, recordó que en Asturias ya existe un acuerdo que recoge los principios que deben orientar la configuración del modelo de financiación. «Nuestro acuerdo habla del coste real de los servicios públicos, de las necesidades de las personas y del refuerzo del fondo de compensación interterritorial, y parte de una premisa clara: los impuestos los pagan los ciudadanos, no los territorios», resolvió Carcedo, quien opina que el acuerdo suscrito en la Junta en 2020 y ratificado hace apenas unas semanas sigue en vigor pese a que hayan cambiado las circunstancias, por lo que tiene ahora «aún más valor».
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Otro de los asuntos que se abordaron de forma recurrente en los discursos por parte de la oposición fue el relativo a la decisión del presidente del Principado, Adrián Barbón, así como del presidente de la Junta, Juan Cofiño, el coordinador regional de IU y consejero de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, y de la delegada del Gobierno, Adriana Lastra –también presente en la sala– de no asistir a la celebración litúrgica en Covadonga con motivo del Día de Asturias. Una decisión duramente criticada por la portavoz de Vox, Carolina López, quien se refirió a ellos como los «cuatro jinetes del apocalipsis socialcomunista asturiano» y les acusó de utilizar el Día de Asturias como «arma política para atacar y desacreditar no sólo al arzobispo de Oviedo, sino para atacar, desacreditar y poner en duda el legado histórico de nuestros antepasados». Su negativa a asistir a la homilía también fue criticada por Pumares mientras era aplaudida por Covadonga Tomé, diputada del Grupo Mixto, quien sostiene que «lo que no se puede hacer nunca es arrodillarse de forma servil delante de ninguna autoridad clerical, en sus ceremonias, sus liturgias y sus discursos incendiarios», dijo durante su discurso, en asturiano. También utilizando la llingua, el portavoz de IU-Convocatoria por Asturias, Xabel Vegas, centró su intervención en la necesidad de detener la corriente de extremismo. «Para la fiebre del fascismo, desgraciadamente, todavía no encontramos la vacuna y no hay confinamiento posible», lamentó.
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