Secciones
Servicios
Destacamos
R. MUÑIZ
OVIEDO.
Viernes, 8 de julio 2022, 01:29
Las quejas de los vecinos de La Florida (Oviedo) sobre un bar en el que veían trasiego de droga son el hilo del que la Policía Nacional empezó a tirar a finales de 2021 y que ha terminado con la desarticulación de la principal banda ... dedicada al tráfico de cocaína en la región. La 'Operación Marmota' se salda por ahora con tres detenidos en el Principado, tres en Valencia y uno más en Durango (Vizcaya), la incautación de 36 kilos de este estupefaciente, 72.880 euros y cinco turismos, dos de ellos trucados para tener huecos en los que ocultar dinero y droga. El caso está en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, que ha dictado orden de prisión contra cuatro de los implicados.
La red operaba a las órdenes de un cabecilla conocido por sus antecedentes por tráfico de drogas y afincado en Oviedo. Compraba la droga en Valencia y Madrid, y luego la distribuía por todo el territorio nacional. «Tenemos constancia de que la vendían en Asturias, Cantabria y País Vasco, y no descartamos que también lo hicieran en puntos de Castilla y León y Galicia», concretó Inmaculada Leis, jefa de la Brigada Provincial de Policía Judicial. «Supone la mayor incautación fruto de una investigación policial», dijo la jefa superior, Luisa María Benvenuty, quien detalló que las pesquisas exigieron coordinarse con las brigadas provinciales de Policía Judicial de Valencia, Vizcaya, Barcelona, Cantabria, Salamanca, Sevilla y la Brigada Central de Estupefacientes.
Todo comenzó en el polémico bar de La Florida. Los agentes especializados en estupefacientes verificaron que el establecimiento era frecuentado por «un conocido con un importante historial delictivo en el tema de las drogas», y que usaba el local para verse con otros sujetos «con antecedentes». «Eso nos hizo pensar que no estábamos ante un caso de menudeo, sino ante una organización criminal», anotó la jefa de la Policía Judicial.
Las primeras averiguaciones determinaron que el cabecilla contaba con dos personas a su servicio, afincadas en Gijón, y que hacían de 'correo', es decir, recogían y transportaban la droga. «Era una organización muy especializada, con roles perfectamente definidos». Para los desplazamientos utilizaban rutas secundarias y «hacían contravigilancias», tratando de asegurarse de que no eran seguidos. También recurrían a «comunicaciones encriptadas», para lo que habían adquirido un programa informático de difícil intervención.
«La investigación fue laboriosa y nuestro objetivo era saber cuál era el momento más oportuno para hacer efectivas las detenciones, con el máximo número de detenidos y de droga intervenida», relató Inmaculada Leis. Esa oportunidad se presentó el día 13 de junio. Los agentes sabían que la banda iba a traer un importante cargamento y montaron vigilancias. «El día 14 vimos cómo un 'correo' salía del domicilio del cabecilla con una bolsa pesada que todo apuntaba a que llevaba cocaína».
Cuando le dieron el alto «no dudó en tratar de atropellar a uno de los agentes», emprendiendo una huida que puso en riesgo a los policías. Al ver que no lograba darles esquinazo, empezó a arrojar por la ventanillas cuatro bolsas. Los agentes las recogieron y verificaron que cada una tenía un kilo de droga. Finalmente el delincuente abandonó el vehículo e intentó huir a pie. Lo localizaron escondido en el baño de un bar frecuentado por la banda. «Ofreció gran resistencia».
En paralelo entraron en el domicilio del cabecilla, localizando 17 kilos más de cocaína, más de 8.000 euros, seis móviles y diversa documentación en la que reflejaba la contabilidad del entramado delictivo. «Movía muchísimos millones de euros y refleja muchos contactos» sobre los que se sigue investigando.
Para cerrar el círculo, agentes de Valencia arrestaron a dos de los correos de la banda, que habían acudido a aprovisionarse de más mercancía. Para ello habían acudido al lugar concertado con un vehículo con 'caleta', esto es, huecos que normalmente abre un chapista para disimular la presencia de droga y dinero. El séptimo en caer es un sujeto afincado en Durango «vinculado a la financiación de la droga».
«Era una red importante, que nutría a traficantes de Asturias y otras provincias; en Oviedo no se había incautado tanta cantidad de droga y esto supone quitar muchas dosis de menudeo de las calles», se felicitó Leis.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.