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L. RAMOS
CARREÑA.
Lunes, 29 de octubre 2018, 04:40
Ni siquiera las cabras se esperaban la primera gran nevada de la temporada. Ayer, con más de treinta centímetros acumulados ya desde primera hora de la mañana en Sotres, fueron varios los pastores que tuvieron que subir a la peña a por sus rebaños. «Ya las bajamos tres veces, pero la cabra es un animal muy especial y como ellas no barruntaban lo que se venía y saben que no es tiempo todavía de bajar, volvían a marchar», relataba ayer Kaelia Cotera, de Ganadería Cambureru, a este diario.
Efectivamente, pese a que ella y su marido habían bajado a las suyas, una vez más, el mismo sábado, ayer emplearon más de cinco horas en ir a buscarlas a la cueva del Fresnidiellu en la que se habían resguardado para pasar la noche. Cuando llegaron hasta las cabras, el espesor alcanzaba ya el metro de altura, aunque no fue impedimento para que los animales enfilasen camino abajo hacia la cuadra, de donde a buen seguro ya no se moverán.
La ganadera cabraliega lamentaba ayer que el saneamiento cada vez es más tarde, lo que les obliga a aguantar el ganado en el puerto durante demasiado tiempo. «Es de locos, hacen primero a los que están en cotas más bajas y a nosotros nos dejan casi para noviembre», criticó, e indicó que un pastor amigo suyo tendrá que sanear esta semana sus potros a 1.300 metros de altitud.
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