Acusados de la difusión del vídeo erótico en San Timoteo, durante la sesión del juicio este jueves. Mario Rojas
Juicio en Asturias

La víctima del vídeo sexual grabado durante las fiestas de San Timoteo: «Es lo peor que me ha pasado en la vida»

El desgarrador testimonio de la mujer centró la sesión de hoy del juicio por la difusión de las imágenes durante la fiesta de Luarca: «En 14 años nadie se ha dignado a pedirme perdón»

Soraya Pérez

Gijón

Jueves, 6 de junio 2024, 13:49

La piel de gallina y los pelos de punta. Ese era el efecto que causaba en los oyentes el duro testimonio de una de las dos víctimas, la mujer, del vídeo sexual que se grabó en 2010 durante las fiestas de San Timoteo de Luarca, sin su consentimiento y que estuvo circulando por distintas páginas de contenido pornográfico.

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En el Tribunal Superior de Justicia con sede en Oviedo, donde se celebró este jueves la segunda sesión del juicio contra los 30 acusados de difundir la grabación, nadie podía ocultar su empatía con la víctima. Entre lágrimas y con mucho dolor todavía acumulado, contaba el infierno que ha tenido que vivir todos estos años. Una cruz, que según relata, «la llevará por siempre».

La mujer afirmó que ese vídeo le destruyó la vida, «es lo peor que me ha pasado». «Un hecho traumático que me va a perseguir eternamente. Sufrí un acoso terrible y doloroso. En mi vida laboral y estudiantil tuvo consecuencias. Mis fotografías estaban rodando por todas las empresas y tuve que mudarme. No vivo en Asturias a raíz de todo esto», comentaba muy afligida.

Mientras hablaba, en el banquillo de los acusados estaban parte de las personas que presuntamente difundieron el vídeo sexual y lo compartieron en distintas páginas pornográficas. Alguno incluso se reía mientras escuchaba el testimonio de la mujer, de la manera más fría e indolente.

Ella comentó también que conocía a la mayoría de los acusados porque son de Navia como ella y que se había enterado de la existencia de ese vídeo, mucho tiempo después, en el año 2015. «Me avisó mi amiga. Ella me comentó que había un vídeo mío circulando por las redes. El vídeo no se logró eliminar, o eso creo. A día de hoy no sé qué ha pasado con eso. Lo que sí sé es que no se grabó con consentimiento de mi parte».

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«Todo el mundo hablaba de mí y de mi familia»

La víctima aclaró además que cuando mantuvo relaciones sexuales con el hombre aquella noche de 2010, no lo hizo en pleno prau de la fiesta, «eso es mentira. Nosotros estábamos apartados, no estábamos expuestos». Toda esta situación la llevo a necesita atención psicológica y no salía de casa. «Estaba traumatizada y no quería que la gente me viese. Mi terapia consistía en eso, en enfrentarme a la situación. Mi primera salida a la calle fue con mi psicóloga. No podía ni tomarme un café porque todo el mundo hablaba de mí y de mi familia», manifestó llorando.

Para terminar su desgarrador testimonio, la joven se rompió aún más: «A mí nunca nadie me pidió perdón. Han pasado 14 años y nadie se ha dignado a pedirme un mísero perdón».

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Pendiente la comparecencia de la otra víctima

Se dio la particularidad de que la segunda víctima, el hombre, que en ese momento era la pareja de la mujer, no compareció en el juicio, aunque estaba obligado hacerlo. Vive en Alemania y justificó que por motivos de agenda no pudo acudir. Sin embargo, la jueza que lleva el caso aseguró haber hablado con él y le recordó que estaba obligado a asistir, con lo que está pendiente su comparecencia.

Ante la ausencia de la segunda víctima, los abogados de los acusados aseguraron que les parecía «una falta de respeto y una burla por su parte el no asistir a una cita tan importante» y pidieron a la jueza que tomase medidas al respecto.

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«Nos parece incluso machista que la única persona que esté cargando con todo el peso de este problema sea la chica. Pensamos que tiene la obligación y debe presentarse cuanto antes en este tribunal», explicó a la jueza uno de los letrados.

Durante esta segunda sesión también declaró la hermana de la víctima. En su declaración aseguró que fue un joven quien la avisó de la existencia del vídeo por primera vezz. «Ella estuvo muy mal cuando se enteró, rompió a llorar y decía que no quería vivir, que se quería cortar las venas. En Navia ella era el punto de atención y mi familia. Publicaban cosas en Facebook libremente que eran muy destructivas y en las cafeterías nos hacían fotos», recordó con la voz entrecortada.

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La abogada de la víctima, Anabel Prieto, comentó también a la salida de la segunda sesión del juicio que «a la joven le cambió la vida para siempre, fue un antes y un después. Ella no ha vuelto a ser la misma desde entonces. A pesar de que pasan los años, esto le sigue afectando muchísimo. Su vida ya nunca será la misma».

Añadió que «a veces hacemos las cosas a la ligera, sin imaginarnos las consecuencias tan graves y dolorosas que en este caso un vídeo puede generar en una persona y su familia. Los han destruido». Está previsto que el juicio continúe el lunes, día 10 de este mes.

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