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La Guardia Civil ha desmantelado un importante punto de venta de droga en el Occidente asturiano. Hay un detenido y se han intervenido 392 gramos de cocaína, 6,4 de heroína, 5.645 euros, tres básculas, medicamentos y útiles para la venta de droga.
Fue el pasado 12 de junio cuando efectivos de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil se percataron de cómo un individuo salía de una finca rústica en la parte de posterior de un conocido hotel de la localidad de Tapia de Casariego, y se introducía rápidamente en un taxi que emprendió la marcha. Se trataba de una persona conocida por la Guardia Civil, con sus antecedentes policiales por haber sido detenido en varias ocasiones por delitos contra la salud pública y denunciado por tenencia y consumo de drogas en la vía pública.
Tras efectuar un discreto seguimiento al taxi, éste se adentró en el casco urbano de la localidad de Tapia. Su ocupante se apeó del vehículo en el centro de la localidad, momento en el que se percató de la presencia de la patrulla de seguridad ciudadana, y arrojó al suelo una bolsa de plástico que llevaba. El individuo emprendió la marcha por las calles del pueblo y los agentes comenzaron la persecución a pie. Finalmente le alcanzaron.
En la bolsa que el individuo había tirado se encontró una botella de plástico con un refresco de cola que, al ser analizado, resultó contener dos espacios ocultos donde había tres envoltorios de plástico: uno con 3 gramos de cocaína, otro con 9 gramos también de cocaína y el último, con 6 gramos de heroína.
Además, entre sus pertenencias llevaba 230 euros en diferentes billetes y cuatro teléfonos móviles. Por todo ello, fue detenido como autor de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas.
Tras ser trasladado a las dependencias de la Guardia Civil comenzó la investigación en la finca de la que había salido. Se trataba de una finca rústica de uso agrícola y que contaba con una edificación a modo de almacén de aperos marítimos y de pesca en la que los propietarios habían autorizado al detenido a poder guardar efectos personales. Ante la sospecha de que dicho inmueble pudiera utilizarse como guardería de sustancia estupefacientes, se tomó la decisión de efectuar un registro del mismo.
Para el registro, los agentes contaron con la ayuda del perro especializado en detección de drogas del Servicio Cinológico de la Guardia Civil. Bajo una estantería, oculto en una caja que contenía comida, se localizó un paquete que contenía una sustancia blanquecina. Al ser sometida una pequeña cantidad al droga-test, arrojó resultado positivo a cocaína. Había 380 gramos. También se intervinieron 2,4 gramos de una sustancia que resultó ser heroína, tres básculas de precisión y 5.415 euros escondidos en diferentes lugares del almacén, una paquete conteniendo 56 comprimidos de Lyrica de 50 miligramos y dos bolsas con recortes circulares de plástico para la confección de dosis de las sustancias intervenidas.
Tras la instrucción de las diligencias policiales, el detenido pasó a disposición del Juzgado de primera Instancia e Instrucción de Castropol.
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