«La veda no ha servido, en el Navia hay menos salmones que nunca»

Actualmente, recuerdan los pescadores de la zona, sólo queda un pozo en el río Eo donde se puede pescar salmón. Caso aparte, el estado en que se encuentra la especie. «Quisimos repoblar con alevines en el Navia y el Porcía, pero no nos dejaron. Y, en concreto, el Porcía es un río muy pequeño que podría recuperarse y tener muchos salmones», destaca Pérez, quien pide «voluntad» a los responsables.

«Nos prometieron cosas que no se han cumplido. Proponíamos, por ejemplo, coger los salmones y llevarlos a desovar a Quintana, si aquí no tenían sitio. Y luego traer los alevines. Pero nada», señala Jano, natural de la localidad coañesa de Trelles. En el río Navia, hendido por varias presas, la situación es compleja. Pero en el Porcía, se podría «tener habilitada la escala en una presa, en la zona del molino de Rabote, para cerrar en el coto y, luego cuando venga la crecida de los ríos, abrirles para que suban», explica Pérez.

Antes de la veda, afirman, «había de media anual entre diez y quince salmones» en el río Navia. Un río en el que, desde ayer hay al menos 1.500 truchas más. La repoblación, con ejemplares donados por la Sociedad de Pescadores las Mestas del Narcea, fue llevada a cabo por los agentes de Medio Natural en los pozos de Santianes y El Penedón.

«Estas repoblaciones se hacen para mantener la población del río y ayudar a la freza natural de la trucha. La sociedades colaboran con el Principado, que es quien gestiona los cauces fluviales. Estas que soltamos ahora tienen dieciocho meses y miden entre 15 y 20 centímetros. Es algo excepcional, porque se suelen soltar mas pequeñas», explicó Bernardino Fernández, guarda mayor de Especies Silvestres.

«Las repoblaciones se suelen hacer a finales del verano y la primavera. En momentos cuando no hay pesca y así ya quedan para el año siguiente», añadió Elicio García, guarda mayor de la cuenca del Esva-Navia.