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R. SUÁREZ
BOAL.
Lunes, 21 de diciembre 2020, 01:43
La plaza de Los Emigrantes de Boal ya cuenta con un árbol de Navidad muy especial. La pandemia ha cambiado muchas cosas este año, pero no ha menoscabado la disposición de medio centenar de boalesas, que llevan desde finales de octubre tejiendo más de 3. ... 000 piezas de ganchillo con las que han confeccionado un árbol de Navidad de cinco metros de altura. No contentas con eso, han engalanado con banderines de ganchillo otros puntos del concejo. Boal vuelve así a mostrar su espíritu colaborativo con una iniciativa surgida el pasado año y a la que han querido dar continuidad en este 2020.
«Una señora que tiene raíces en Boal y que vive en Italia nos comentó las Navidades pasadas que en Trivento (Italia) había un movimiento de mujeres que habían hecho un árbol de ganchillo muy grande. Nos gustó la idea y dos vecinas de aquí comenzaron a organizarlo para ver cómo se podría hacer», explica la presidenta de la asociación Forum Boal 3.000, Verónica Bermúdez. En Boal se pusieron manos a la obra y gracias a la colaboración del Ayuntamiento, que aportó la estructura, fue posible la construcción de este árbol navideño.
Este año les hubiese gustado que ganase altura, pero conscientes de la situación que se está viviendo, la asociación no ha querido incrementar el gasto que esto supondría para las arcas municipales. Como novedad, han propuesto hacer unos banderines coloridos, también de ganchillo, para ser colocados por diferentes puntos del concejo. «Ya contamos con más de 400 banderas y tenemos elementos de ganchillo en Boal, Serandinas y Prelo», celebra Bermúdez. En la asociación esperan que esta original iniciativa se convierta en una seña de identidad del concejo. Su objetivo se centra ahora en «poder llegar a algún pueblo más y seguir creciendo en los próximos años». Un proyecto intergeneracional con una base comunitaria en el que niños y niñas desde los 11 años hasta mujeres de más de 80 han sido partícipes. «La participación en este tipo de proyectos suele ser escasa y aquí la respuesta ha sido muy buena», celebra Bermúdez.
La implicación de los vecinos ha sido total: «Cada uno ha aportado lo que ha podido en mayor o menor medida. También hubo personas que no sabían tejer pero que querían participar y donaron lana», cuenta. Además, la asociación compró toda necesaria para cubrir las necesidades del grupo en las tiendas del concejo, con el fin de ayudar a un sector que se ha visto afectado por el cierre obligatorio decretado para frenar el avance del coronavirus. «Estamos a muerte con el comercio local y el gasto que se ha hecho para este proyecto, no solo de lana, ha sido en el concejo», destaca Bermúdez.
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