Una vecina de El Franco vende un pueblo entero en Pontenova

«Quería un pueblo semi abandonado, que los herederos aceptaran vender, para hacerle vivir de nuevo como antes pero con las posibilidades de ahora. No ignoro el progreso, pero debemos respetar la naturaleza. No crear basura, no contaminar», apunta Zolghadri, quien hasta ahora residía en Madrid.

La compradora encargó a un agente inmobiliario la búsqueda del pueblo que ahora se convertirá en su hogar y, posiblemente el de muchos más. Zolghadri tiene ocho hijos, y tras residir en Francia durante gran parte de su vida, volvió España al jubilarse.

«Estamos poniendo todos los huevos en Vides. Aquí necesito de mi hijo Iván, porque sabe mucho de muchas cosas. De energía solar, de utilización natural del agua, de leyes, de lo que hay que hacer», comenta Zolghadri, quien pretende comenzar el proyecto también con su hija Beatriz. La compradora asegura que una vez que el proyecto avance necesitará incorporar maestros y psicólogos al equipo, ya que pretende crear un aldea refugio para el descanso y recuperación de los niños y niñas.

«En mi trabajo resolvía los problemas de los niños de tres a dieciocho años y eso es lo que quiero seguir haciendo en este pueblo. Quiero aprovechar mi experiencia. Hay muchos niños en familias que atraviesan un duelo, porque sus abuelos murieron de la covid, porque sus padres se separaron o con atraso escolar. Mi idea es ofrecerles unos días de desconexión, intentar resolver sus problemas y devolverlos a casa», relata con entusiasmo Zolghadri, quien asegura sentirse muy apoyada por su familia y amigos.

En el nuevo Vides también habrá sitio para la biodiversidad. La nueva dueña quiere incluir especies únicamente locales, «hacer vivir plantas, y animales autóctonos, de la zona. Y que el pueblo crezca como debería haber crecido», asegura. En los planes de Zolghadri también está construir una capilla en el pueblo. Viuda desde los 35 años, crió a sus tres hijos biológicos en Francia, y aprecia su fe como una de las cosas mas importantes de su vida. «Cuando no puedo, cuando no llego, cuando no tengo respuesta, ahí está Dios, ya me ha ayudado antes y sé que me va a ayudar ahora», relata Zolghadri, quien asegura que trabajará hasta que se muera y que no se le ocurre mejor sitio que Vides.

La pasión por la vida en el medio rural es algo que comparte con Enríquez, quien afirma que, desde la inmobiliaria, seguirá apostando por revivir los pueblos del occidente de Asturias y la mariña lucense. Para ello prevé la gestión de casas independientes en la comarca y nuevos y ambiciosos proyectos como la compra de otra pequeña aldea o la venta de un pazo gallego con capilla, entre otras actuaciones.