Ángela Rodríguez
Luarca.
Viernes, 14 de julio 2023, 00:41
La noche del pasado 30 de marzo, los graves incendios forestales originados en el concejo de Tineo cruzaron la frontera hacia Valdés, calcinando parte de la especial capilla de Aristébano. Todo un símbolo vaqueiro que la docena de habitantes de la braña valdesana no pudieron ... salvar, al ser desalojados de sus casas y del propio pueblo. La tristeza al ver su preciada ermita rodeada de ceniza a la mañana siguiente, dejó paso a la indignación en las siguientes semanas. Y es que más de tres meses después del fuego, la capilla sigue sin repararse, mientras el Arzobispado -propietario del templo- espera una subvención pública para los afectados por los incendios: como así confirmó a este diario.
Publicidad
Ahora, a falta de poco más de quince días para La Vaqueirada, -Fiesta de Interés Turístico Nacional que congrega en Aristébano a centenares de personas cada año-, el Ayuntamiento de Valdés enviará un requerimiento a la diócesis para que acometa los arreglos necesarios en la capilla.
«Hasta el momento no se notificó acción alguna en ese sentido y, teniendo en cuenta que el Arzobispado es el propietario del inmueble -con un importante valor simbólico y escenario en parte de un acto multitudinario-, el Ayuntamiento le envía un requerimiento para que ejecute las obras de reparación que le corresponde. El requerimiento es una capacidad legal que tenemos, y que utilizamos en el caso de cualquier propietario», asegura el alcalde de Valdés, Óscar Pérez.
Desde el primer momento, «el Ayuntamiento se mostró dispuesto a arreglar la capilla»- subraya el regidor-, hasta que se comprobó en el catastro que no era de los vecinos sino de la diócesis. Una institución que, como recalcan Consistorio y vecinos, tiene «medios materiales y económicos muy superiores a los de cualquier Ayuntamiento». Según los técnicos municipales de Valdés las reparaciones en la ermita ascenderían a 18.000 euros.
Publicidad
«De no efectuarse el arreglo, el Ayuntamiento pedirá que se perimetre el inmueble para dotar de seguridad el entorno. Y continuará con los requerimientos», asevera Pérez. Así, «precintada y quemada», es como muchos asiduos a la Vaqueirada temen que verán la Ermita de la Divina Pastora el próximo domingo 30. «La política tiene que buscar soluciones ágiles. Es una cuestión ejecutiva. A lo largo de este 2023 tienen que encontrar una solución, el Ayuntamiento va a tratar de agilizarlo todo lo posible», añade el regidor.
La capilla, levantada por los vecinos y los fundadores de la Vaqueirada en la década de los sesenta, necesita inicialmente una rehabilitación del tejado, además de pintura y saneado. Aunque no se descarta que pueda haber algún daño en la estructura. Si bien la madera y la pizarra original se ha perdido, por fortuna las imágenes y los enseres de la boda -el carro de más de un siglo de antigüedad, las ropas y el colchón- se lograron salvar del fuego.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.