«Lo único que he hecho ha sido gritar por mis padres»

En pleno valle del Navia dijo que había encontrado «el paraíso», la felicidad en lo cotidiano como los pasteles recién hechos, las compras fiadas en la tienda de ultramarinos de Ceferino Ron o el camino a las fiestas de San Isidro. «Me costaba mucho que me dejaran ir porque era mayo, época de exámenes». Entre libros y estudios ha pasado buena parte de su vida. También destaca su espíritu combativo, que lo acompaña desde niña. A los once años se enteró de que el Ayuntamiento de Boal ofrecía dos becas para niños. «¿Por qué no hay para niñas?», preguntó al alcalde. Así consiguió la tercera beca.

Sin duda, su mayor lucha está en recuperar los restos de sus padres. «Ahora tengo el compromiso del Principado de que van a empezar a buscar», comentó en alusión al encuentro que mantuvo la semana pasada con la consejera de Presidencia, Rita Camblor, tras el cual anunció que se «desarrollarán estudios preliminares de las fosas». «Lo único que he hecho ha sido gritar por mis padres», añadió Farfante, quien siempre tiene presente el consejo que el docente Vicente Loriente le dio en la escuela boalesa: «La cabeza, bien alta».