Es uno de los emblemas de la artesanía asturiana. Se trata de las navajas de Taramundi, piezas únicas que resumen en ellas mismas la tradición y cultura del hierro de Oscos-Eo. Su protección se hace necesaria y, por ello, el Principado ya se ha puesto en marcha para dotar a esta artesanía de una Indicación Geográfica Protegida (IGP).
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Así lo anunció ayer la consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, quien recordó que los presupuestos ya reservan una partida para ello. En estos momentos son 12 talleres artesanos los que fabrican las famosas navajas de Taramundi.
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