Tapia prevé abrir la piscina de agua salada este verano tras fijar el talud

Las obras tendrán como principal objetivo fijar el talud. No en vano, fueron los desprendimientos de roca los que motivaron el cierre de esta zona de baños a los usuarios desde hace dos veranos. En ese momento resultó imposible garantizarse la seguridad de los bañistas debido al riesgo de nuevos derrumbes.

El Ayuntamiento tapiego intentó que la Demarcación de Costas asumiera estos trabajos, pues consideraba que dicha actuación era «muy difícil de abordar» y no era competencia de la entidad local. Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica indicó que la estabilización del talud lateral del acantilado no era de su competencia, basándose en un informe de la Abogacía General del Estado que afirmaba que «son los ayuntamientos los que tienen el deber de actuar en los acantilados de playas y zonas de baño».

La actuación, tal y como indicó el Consistorio, se financiarán con una subvención del Fondo de Pesca. No en vano, la piscina se instaló aprovechando las ruinas de una antigua cetárea. «La subvención es de 35.000 euros y financia parte de la redacción del proyecto y de la ejecución», matizó la alcaldesa, Ana María Vigón, que recordó que el proyecto y la ejecución de la obra ascienden a 58.832 euros. La empresa que asumirá la dirección de la obra será, precisamente, la firma que redactó el proyecto.

Además, el Ayuntamiento aprovechará las actuaciones para acondicionar la zona de la piscina que acusa el deterioro propio del paso del tiempo. «La idea es realizar otras mejoras que afectarían a la zona del solarium. Pretendemos realizar un tratamiento adecuado de la madera y rehabilitar la zona de acceso», anunció Vigón.