«Elaboraré la venera mientras viva»

Natural de Avilés, pero naviega por los cuatro costados, Fernández atesora una amplia sabiduría y experiencia culinaria, que combinada con el ingrediente indispensable de la pasión, le da un toque especial a sus postres. Entre los que destaca, aunque no quiera, la venera más grande del mundo. «Está certificado ante notario. Mide mas de tres metros de largo por casi uno de ancho. Desde hace unos años hay una parte para celiacos, sin oblea. Y también lleva, aparte, el anagrama de Manos Unidas, por supuesto», explica la repostera, sin apartar los ojos de la masa, que ya empieza a ganar consistencia.

«16 kilos de almendra molida, 12 de azúcar, 74 huevos...», Fernández repasa las cantidades «en la cabeza». «Después de 28 años haciéndola, ya no necesito calculadora ni nada», ríe. Miembro del grupo local de voluntarias de Manos Unidas, la repostera prepara «más de 750 roscos» para hoy: el día de la Fiesta de la Venera.

«Llevo 28 años haciéndola. Los dos pasados, aunque no pudimos juntarnos por la pandemia, me empeñé en hacerla igual. Para mí es muy importante la causa por la que lo hacemos. Merece la pena todo el esfuerzo», relata la repostera sobre la fiesta naviega, en la que Mano Unidas reúne dinero, esta ocasión, para «la mejora de las condiciones de salud, nutrición y seguridad alimentaria» en Ounaminthe, localidad de Haití.

Será esta tarde, a las 18 horas, en el parque Alfonso Iglesias, de Navia. Y solo en caso de lluvia se trasladará a la nave municipal El Puerto. «Esperamos que sea una gran celebración, porque este año la comunidad volverá a participar. Prepararemos unos 500 platos con tortilla, empanada, pan y venera. En Manos Unidas en Navia estamos muy agradecidas por toda la colaboración de la gente y la hostelería local que, año tras año, se implica desinteresadamente», apunta Fernández, formando los roscos de almendra.

«Con unos 16 minutos en el horno estático, con piedra de Galicia, a unos 220 grados» la venera ya se cuece. «En cuanto la veo dorada por arriba la saco, porque la almendra guarda mucho el calor y se termina de hacer fuera», explica la repostera sobre, «para, ella, el mejor postre del mundo». Y es que, verdaderamente, Navia puede presumir de producción de producción de venera y exportación internacional. En concreto, el obrador de la Virgen de la Barca. «En torno al 85% de las tartas que vendemos son venera. Para la inauguración del Centro Asturiano en Valencia enviamos en su día, por ejemplo, unos 4.000 roscos. Llegamos incluso al otro lado del charco. Es un postre que se conserva muy bien varios días. Una opción ideal para celiacos... lo tiene todo», asegura Fernández, orgullosa.

Si bien los naviegos, por suerte, están acostumbrados a ver estos días la gran venera expuesta en la panadería, son muchos los visitantes que pegan su cara al cristal para admirar la alfombra de flores hecha a manos de Maria Eugenia. «El jueves ya está expuesta en la tienda, así que el martes empiezo a hacerla. Hago todos los roscos, con mucha maña, durante unas cuatro horas. Luego la dejo descansar, y el miércoles a la noche, la cuezo. Después de que enfríe un poco la adorno con las guindas. Y ya por último tengo que recurrir a los vecinos de los bares cercanos, o un peregrino que pase por delante, para sacarla por la ventana del obrador y meterla por la puerta de la tienda. Es que por las de dentro, no coge» ríe Fernández.

Día y noche en el obrador, la repostera naviega ha conseguido hacer de su local toda una institución. Siendo elegida incluso, este año, pregonera de las fiestas. «En noviembre cumplo 64 años. En cuánto pueda me jubilaré, pero no voy a dejar la venera», asegura con pasión.