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rosana suárez
Martes, 6 de abril 2021, 13:17
El presidente de la Sociedad Amigos de Boal, Miguel Mojardín, compareció ayer en la Comisión para el Reto Demográfico de la Junta General del Principado de Asturias. Mojardín trasladó las inquietudes de los vecinos de los nueve municipios de los Valles del Navia ... sobre el despoblamiento en la zona rural. «Disponemos de un territorio singularmente apartado y olvidado de las políticas públicas», destacó Mojardín , para quien las condiciones y posibilidades del río Navia y sus valles «no difieren sustancialmente de la Ribeira Sacra o de las Hoces del río Duratón». Durante su intervención, destacó que esas zonas han contado con una importante inversión pública que, acompañada de la iniciativa privada, favoreció «un fuerte desarrollo».
«Nosotros tenemos embalses con agua todo el año, algo que no ocurre en esas zonas donde en algunas épocas del año tienen que suspender las actividades. Tanto el embalse de Grandas de Salime como el de Doiras tienen unas posibilidades inmejorables para la práctica deportiva», afirmó. Sin embargo, Monjardín denunció que el desarrollo local a partir de los recursos endógenos «apenas se ha logrado, las cosas que se han hecho son insuficientes».
Los nueve municipios por los que discurre el río Navia han perdido en el decenio 2009-2019 el 15% de su población, siendo el 31% de la población mayores de 65 años. A finales de 2019, los menores de 10 años apenas representaban el 5% de la población. Mojardín califica la situación de «emergencia social» y «como tal, hay que abordarla». Para ello, considera que es fundamental combinar recursos públicos con la iniciativa privada. Las causas históricas del abandono del mundo rural son diversas y las expectativas que tienen en la comarca son muy negativas, «todo apunta a que seguiremos cayendo en picado».
El presidente de la Sociedad Amigos de Boal reclama estructuras comarcales y órganos supramunicipales para afrontar el Reto Demográfico, «es muy difícil que un ayuntamiento de forma asilada pueda abordar la complejidad del asunto». Denuncia, además, «la progresiva burocratización de los instrumentos de promoción», refiriéndose al espíritu que tenían las Agencias de Desarrollo Local y fundaciones. En este sentido, afirma que «no se trata de crear más organismos, sino de cambiar la dinámica, buscando el apoyo directo a los jóvenes y a las personas emprendedoras, apoyándolos en el territorio». Otra debilidad, a su juicio, es el escaso apoyo a la red asociativa que existe. «En el caso de la Sociedad Amigos de Boal hemos recibido mucho más apoyo de las empresas casi inexistentes de la zona que de los organismos públicos», apunta.
La Sociedad Amigos de Boal lleva años trabajando para mejorar el desarrollo social del concejo, así como de su entorno en el ámbito turístico, cultural, deportivo y medioambiental. También han participado activamente en la reivindicación de mejoras en las infraestructuras tecnológicas en la zona rural y en las comunicaciones terrestres deficitarias, como son las AS-12 y la AS-35.
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