Antonio García, en la Finca El Cabillón, en Tapia de Casariego. JUAN CARLOS TUERO

«Queremos que haya más beneficiarios de las acciones de apoyo en el entorno»

Antonio García, Presidente de la Fundación Edes ·

«El confinamiento fue duro. Las personas con discapacidad intelectual no entendían por qué no podían salir de casa»

ROSANA SUÁREZ

TAPIA DE CASARIEGO.

Lunes, 25 de enero 2021, 01:16

El confinamiento que tuvo lugar el año pasado nos obligó a permanecer aislados en nuestros domicilios. Esta situación se vuelve más compleja cuando se trata de personas con discapacidad intelectual. El presidente de la Fundación Edes, Antonio García (Serantes, 1968), cuenta que la pandemia les ... ha obligado a crear nuevas formas de apoyo respondiendo a las nuevas necesidades de las familias y que a la vez garanticen la salud y seguridad de todos.

Publicidad

-¿Cómo se tomó este colectivo el tener que permanecer encerrados en casa?

-No podían entender por qué tenían que cambiar sus rutinas y no salir de casa. Es una situación que a todos nos afectó mucho, pero a ellos más.

-¿Cuál ha sido la principal preocupación para la fundación?

-Lo que más nos ha preocupado es la intervención y la atención directa. Durante muchos meses la atención directa y presencial estuvo paralizada.

-¿Qué le transmitían las familias?

-Su preocupación era la incertidumbre, el no saber hasta cuándo iban a estar así. Había mucha preocupación también por las personas que necesitan una intervención presencial directa a nivel físico o psíquico. Intentamos que nos autorizasen acudir a los domicilios para evitar deterioros, pero no fue posible.

-¿Cómo trataron de adaptarse a la nueva situación?

-Tratamos de superar las dificultades manteniendo un contacto lo más estrecho posible con las familias, de forma telemática y por teléfono. No obstante, la tele-intervención nunca va a ser como la de un profesional. No ha sido fácil llevarla a cabo dadas las capacidades de las personas. Además, la brecha digital se ha notado mucho. Les hicimos llegar tablets a los alumnos del centro que no disponían de un dispositivo electrónico.

Publicidad

-Afortunadamente en junio pudieron retomar las actividades de conciliación.

-En cuanto nos autorizaron comenzamos con actividades en grupos muy reducidos, con mucha precaución y prudencia. Fue a finales de junio y supuso un balón de oxígeno para las familias. Lo necesitábamos todos. Se trataba de entrenarles en el uso de la mascarilla y en los protocolos de prevención de la covid. Después comenzamos con la readaptación de las actividades del centro de ocio. Seguimos realizando actividades en la medida de lo que se puede, por ejemplo, cuando se cerró la Mariña lucense los usuarios no podían venir por lo que pedimos un local en Ribadeo para poder desarrollar las actividades.

-¿Qué objetivos se marcan en este año?

-Queremos que aumente el número de personas beneficiarias de las acciones de apoyo en el entorno en las que una educadora acude al domicilio para hacer actividades cotidianas. Se trata de dar herramientas y estrategias a las familias para hacer más llevadera la convivencia y minimizar las situaciones de conflictividad. Esperamos además que se desarrolle la figura del asistente personal. En Asturias aún está muy poco desarrollada.

Publicidad

-En el ámbito del empleo, ¿qué tienen previsto?

-Seguiremos con el Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social y estudiando las posibilidades de ampliación de oportunidades de empleo con apoyo. Tenemos previsto hacer acciones descentralizadas en diferentes territorios.

-¿Tuvieron dificultades para sacar adelante la producción ecológica de la Finca El Cabillón?

-Fue un año complicado, con mucha carga de trabajo. Al haber varios empleados en ERTE, menos personas tuvieron que hacer el trabajo que habitualmente se hace con más recursos. Tampoco tuvimos la ayuda de los voluntarios que todos los años vienen de otros países a aprender el idioma y el trabajo en el campo.

Publicidad

-¿Y las ventas?

- Tuvimos que reinventarnos. La venta directa nos ha mantenido a flote. Hubo más venta en la tienda, a grupos de consumo y a familias. Se notó el cierre de los colegios, la hostelería y las restricciones en los mercadillos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad