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BELÉN G. HIDALGO
CANGAS DEL NARCEA.
Martes, 26 de noviembre 2019, 00:15
«Los pueblos del futuro necesitan más banda ancha y más manga ancha». Fueron las primeras palabras del Comisionado para el Reto Demográfico, Jaime Izquierdo, en el cierre de la jornada organizada por el Grupo de Desarrollo Rural Alto Narcea-Muniellos. Con ellas resumía las reivindicaciones de los colectivos presentes, convencidos de que solo el trabajo comunitario mantendrá vivos los pueblos con una administración más flexible que garantice unas infraestructuras mínimas para sus habitantes.
Izquierdo afirmó que «la legislación no está pensada para la aldea» e instó a la administración a ser consecuente con el medio rural y reformarla. Además, señaló que «hoy se puede vender donde quieras. Nada te impide desarrollar tu genialidad», dijo en alusión a la «necesaria» banda ancha. Recordó que las aldeas son una estructura compleja que sabe gestionar la biodiversidad doméstica y silvestre de forma sostenible. Por ello, Izquierdo defendió la necesidad de «una política de aldea para el Estado», donde no se menosprecie la figura del aldeano.
«Los pueblos están llenos de oportunidades. Está todo por hacer», destacó el emprendedor ibiense Alberto Uría, partidario de defender el patrimonio natural y cultural al mismo tiempo que se dignifica lo rural. «No podemos esperar que alguien nos venga a ayudar».
En este sentido, el movimiento asociativo tiene un papel fundamental. En Fonteta (Allande), la asociación cultural que nació para recuperar la tradición de Os Reises se convirtió en un elemento dinamizador. «Se crean vínculos y se implica más la gente», afirmó Lidia Díaz, presidenta del colectivo y partidaria de «no pedir todo ala administración. Hay que intentar mantener todos lo de todos».
Así, la sestaferia se mantiene como fórmula de trabajo comunitario eficaz. «Los vecinos saben lo que tienen que hacer. No hace falta una ordenanza», defendió el presidente de la parroquia rural de Leitariegos, Jesús Matías, que reconoció la necesidad de reducir las trabas. «Nos lo están poniendo más difícil de lo que realmente es». Una idea que reiteró Laura Martínez, del movimiento asociativo moalense, que lamentó que el origen de muchas de esas trabas sea una administración «encasillada».
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