Los pescadores de Figueras, una década a la espera de las mejoras en el puerto

«El dique flotante no sirve, las uniones entre las diferentes plataformas rompen y no ejerce su labor», explica. Este dique está compuesto por varias placas unidas por conectores y funciona como un mecano, de tal manera que cuando uno se rompe acaban haciéndolo todos. El Principado tuvo que actuar de emergencia hace un año, cuando esta infraestructura que cierra la marina del puerto contra la ría del Eo y que resulta imprescindible para garantizar la seguridad en la dársena deportiva se vio dañada por el oleaje y los temporales. La inversión fue de más de 43.000 euros y sirvió para reponer los conectores rotos y sustituir los dañados. Sin embargo, no ha resistido.

Otra de las demandas de los usuarios es la ampliación que permitiría ganar amarres. «La parte que va desde el espigón central a la zona de Astilleros Gondán hay que recomponerla, hacer muro y colocar más pantalanes y ganar así otros 80 puntos de amarre», explica Alonso.

El Club Náutico de Figueras gestiona en la actualidad 170 plazas, pero asegura que hay más de medio centenar de personas aguardando por un amarre. «Hay una lista de espera enorme, así que la gente se cansa y se va a Ribadeo», lamenta.

«El puerto deportivo sin nosotros no tendría razón de ser, somos la maquinaria que hace que funcione», afirma Alonso. Su descontento viene motivado porque «siempre invierten en los mismos puertos». Está tan seguro del interés que existe que dice: «Si se protege y amplía, el puerto se ocupa al día siguiente de que finalice la obra y, por tanto, se amortizaría. Todas las partes saldríamos beneficiadas», concluye.