Más de 20 millones de euros, la inversión del primer año en la mina de oro de Salave

La corporación ha hecho público el plan de restauración, que abarcaría la primera etapa, y que incluye las principales medidas para la rehabilitación del espacio natural y las instalaciones anejas. Incluye también ideas específicas para la gestión de residuos mineros. Principalmente, en esta etapa prevé el remodelado del terreno, la descompactación de los suelos, la extensión de tierra y reperfilado, y la revegetación.

El proyecto cuenta con la construcción de tres escombreras que se irán generando de forma temporal durante la explotación. Una de ellas acogerá material estéril y estará impermeabilizada para evitar infiltraciones en el subsuelo. Si bien EMC asegura que el estéril de mina se clasifica como no peligroso, la empresa también afirma que el agua que acceda a los materiales de la escombrera «será recogida, controlada y gestionada convenientemente». Las otras dos escombreras estarán situadas en la parte sur de la zona de explotación y contendrán materiales de excavación. Durante las labores preparatorias se proyecta también la construcción de un depósito de estériles, para acoger el de flotación del mineral que no sea posible reciclar en la explotación subterránea, y una plataforma de conexión entre los dos tramos bajo tierra que conectan las instalaciones de explotación con el punto de vertido en el mar.

El presupuesto total de la restauración de las superficies afectadas por el proyecto de Salave asciende a un total de 2.219.973 euros. Atendiendo a una serie de criterios como la situación geográfica, el nivel de desarrollo tecnológico, la economía de la zona, las condiciones naturales del yacimiento o la morfología de la mineralización, entre otros, EMC asegura, en su memoria de proyecto que «el método de arranque desde subniveles es el más adecuado para la explotación del yacimiento de Salave».

Este método consiste en banquear el mineral existente entre dos niveles, lo que requiere acceder y abrir los niveles de cabeza y base de las cámaras que se denominan preparaciones. Además, durante la explotación se procederá al relleno de las cámaras con pasta para mejorar la estabilidad del hueco.

Según EMC, entre las principales ventajas de este método están la seguridad en los trabajos y la regularidad en la producción, y el menor daño a la roca remanente. «Este procedimiento minero supone la adaptación a la minería subterránea de los avances alcanzados en mecanización en minería a cielo abierto». Una vez definido el sistema de explotación, el método de transporte seleccionado es el de rampa con camiones, lo que permitirá el transporte directo desde los distintos puntos de la explotación hasta la superficie.

Durante el primer año de explotación, la compañía pretende obtener un total de 373.000 toneladas de mineral para lo que necesitará realizar 1.876 metros de galerías de acceso. La corporación estima en más de veinte millones de euros los gastos de explotación del primer año. La plataforma local Oro No, que lleva más de 15 años rechazando este tipo de industria, aseguraba ayer que ya estaba preparando alegaciones para «demostrar una vez más que no tiene cabida un proyecto de este tipo en la zona».