Han tenido que pasar 14 años para que los 30 acusados se sienten en el banquillo. En el medio, muchas dilaciones, una batalla judicial para que las defensas reconocieran que los hechos eran un delito y una suspensión. Y hoy, finalmente, se ha podido escuchar la versión de los 30 acusados por un delito contra la intimidad por difundir presuntamente un vídeo de contenido eróticograbado a una pareja en Luarca sin su consentimiento.
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Los hechos tuvieron lugar en las fiestas de San Timoteo de Luarca, en agosto de 2010. Entre aquella fecha y febrero de 2015, el Ministerio Fiscal considera que los acusados, en fecha indeterminada pero en ese periodo, difundieron un vídeo de contenido erótico protagonizado por una pareja y filmado sin su consentimiento. Nunca se ha llegado a saber quién subió aquel video a internet ni quién lo colgó en una página web de contenido pornográfico. Pero sí se ha identificado a estas 30 personas que, supuestamente, compartieron el vídeo, principalmente a través de grupos de WhatsApp.
La Fiscalía solicitaba un año de prisión para cada uno, pero hoy ha aumentado la petición a dos años y medio. Por su parte, las acusaciones particulares (abogadas de las dos víctimas) solicitan tres años.
En cualquier caso, hoy mismo 22 de los 30 acusados han llegado a un acuerdo de conformidad. Reconocen los hechos, esto es, haber compartido el vídeo. Han limitado su testimonio a eso, a confirmar que reconocen los hechos y se ratifican en lo que explicaron en su momento. Muchos ya han ingresado, de hecho, 2.000 euros como adelanto de la indemnización por responsabilidad civil, que finalmente ascenderá a 20.000 euros. El acuerdo incluirá también una pena de seis meses de prisión que será conmutada por una multa.
El juicio está presidido por María León Escobedo, del Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés, aunque por cuestiones de espacio se ha celebrado en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
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Ocho de los acusados, no obstante, han explicado su versión de los hechos. Varios de ellos han negado absolutamente ninguna relación con los hechos y aseguran que ni recibieron ni compartieron el vídeo en su momento. Varias chicas, por su parte, han explicado que compartieron el vídeo con amigas de la víctima «por bien», con el ánimo de «ayudar» y advertir de lo que estaba sucediendo. Otro joven ha explicado que no compartió el vídeo, sino el enlace a la página de contenido pornográfico en el que estaba colgado ese vídeo junto con muchos más.
Algunas defensas, además, alegan que los hechos han prescrito, ya que no se puede determinar el momento exacto en el que fueron las descargas. El Ministerio Fiscal considera que no hay prescripción, algo que se dirimirá en el juicio oral, que continuará el jueves, con el testimonio de las víctimas y de los testigos.
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La abogada de la joven, Anabel Prieto Torices, se ha mostrado satisfecha por el hecho de que 22 de los acusados hayan llegado a una conformidad y que, después de tantos años, se haya celebrado finalmente el juicio. La letrada ha explicado el «acoso y derribo» que han sufrido la joven, su familia e incluso las abogadas de las dos víctimas. Especialmente ella, que se vio obligada a abandonar sus estudios en Gijón durante un tiempo. «Lo ha pasado francamente mal», ha explicado a la salida del juicio. Además de saber que el vídeo se estaba compartiendo, se hicieron fotomontajes con fotos descargadas de sus redes sociales. «Estuvo psicológicamente muy mal, no se atrevía a salir», ha dicho. De hecho, el jueves testificará la psicóloga que realizó un informe al respecto. Especial daño le hicieron, ha explicado…, «las que ella creía que eran sus amigas».
En estos momentos, ella trabaja fuera de Asturias, aunque viene asiduamente a Asturias, donde reside su familia. El joven también está fuera. Los jóvenes no eran pareja en el momento de los hechos ni lo son.
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Por su parte, Javier Díaz Dapena, abogado de una de las acusadas que no ha llegado a acuerdo, explicaba a la salida que pide la absolución porque considera que «hay distintas escalas de responsabilidad. Si se niega la premisa mayor, que es haber difundido el vídeo, es inocente». Lamenta Dapena que no se haya identificado nunca a quien difundió en primer lugar aquellas imágenes. También ha explicado el perjuicio de la «pena de banquillo» para los acusados, tras casi 15 años a la espera del juicio. «Es muy grave. No le estoy echando la culpa a nadie, pero ha habido unas dilaciones muy elevadas».
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