Un incendio quema parte de una ganadería en Valdés y deja un centenar de vacas afectadas por el fuego

Fue pasadas las doce y media del mediodía cuando, por causas que se están estudiando, se inició un fuego en una de las naves de la explotación que se extendió de inmediato a la techumbre. Se trataba de una de las zonas de estabulación de la ganadería que gestionan Celestino Rodríguez, su esposa, Marta Pérez, y el hijo de ambos, Julián. En la nave, en ese momento, se encontraban un buen número de vacas de los cerca de medio millar de cabezas con las que cuenta la explotación, una de las más tecnológicas del noroccidente, dotada de varios robots de ordeño y que ocupa siempre uno de los primeros puestos nacionales en calificación morfológica.

Rápidamente acudieron a la ganadería los efectivos de Bomberos del SEPA con base en los parques de Valdés, Barres, Pravia y Avilés, junto al jefe de zona noroccidental, que pronto dieron por controlado el incendio y pasaron a las tareas de control y prevención de que se reprodujesen las llamas, para lo que sacaron al exterior de la nave la paja y la cebada que estaban almacenadas y en refrigerar el interior. Además, la presencia de un pajar y viviendas anexas a la nave hacían imperativo evitar que se reprodujese el fuego.

Los propietarios, además, ya habían iniciado las tareas de evacuación de los animales antes de la llegada de los bomberos, con la ayuda de varios vecinos, muy consternados por lo que estaba ocurriendo en la granja de una familia muy querida en el barrio oturense de La Caleya. Todos sus esfuerzos no pudieron impedir, con todo, que varios animales, de la treintena de vacas que permanecían en la estabulación, resultasen heridos con quemaduras de diversa consideración.

Las tareas de extinción de las llamas fueron relativamente rápidas, y poco antes de la una y diez de la tarde los bomberos informaron de que el fuego estaba ya confinado y los animales, evacuados.

Pese a ello, se solicitó el apoyo de más personal, ya que la nave es muy grande y tenía una gran cantidad de paja. Se trata una nave abierta, y el intenso viento que soplaba en la zona dificultó las labores de extinción. Cerca de las tres de la tarde se dio por controlado el incendio y el efectivo desplazado desde Avilés retiró a base, quedando en la zona el resto de bomberos desplazados, en tareas de refrigeración.

La propietaria, Marta Pérez, indicó que «creemos que la causa del incendio pudo ser que saltase una chispa del carro mezclador» que pasa por delante de las zonas de alimentación del ganado en la nave, mezclando ensilado y paja o pienso, elementos de relativamente fácil combustión. En todo caso, las causas del incendio serán investigadas por los bomberos y la Guardia Civil.

Se da la circunstancia de que la nave quemada era nueva -inaugurada este año- y estaba siendo utilizada para albergar a las vacas secas y las recién paridas. Marta Pérez, que agradeció a los vecinos de la zona su rápida disposición a ayudar, que fue clave en que muchos de los animales salvasen su vida, destacó que el siniestro podría haber sido peor si hubiese afectado a la nave en la que se encuentran los robots de ordeño.

En cuanto le fue posible, el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, se desplazó hasta Otur para expresar a la familia ganadera su solidaridad y apoyo e interesarse por cómo ayudarles a recuperar la normalidad en su explotación.