Ibias mantiene la esperanza de conservar abierto el San Jorge

«Se están invirtiendo aquí cincuenta millones de euros de fondos europeos, a través del Instituto para la Transición Justa. Lo verdaderamente justo para una zona en transición es que vengan familias para quedarse. Que esos millones sirvan para remover algo más que la tierra», anhela la alcaldesa, Gemma Álvarez.

Orgullosa de la movilización vecinal para la promoción de la oferta de empleo como incentivo para las familias con menores en edad escolar, la regidora asegura que «todos los días hay llamadas para pedir información» sobre el puesto de trabajo. De maquinista de retroexcavadora o de vehículo pesado.

«Independientemente de que viniese alguien, si cerrasen este año el colegio, el curso que viene tendrían que reabrirlo porque empezarán dos niños más. Espero que, incluso si finalmente empiezan este sólo dos alumnos, la consejería lo mantenga porque lo contrario implicaría hacer pasar a niños de infantil por un puerto de montaña cada día», señala la regidora popular.

Quien también espera que el centro siga abierto es su directora, María Palacios. «Este año pedí la plaza otra vez porque el pasado estuve muy contenta. Los niños de aquí tienen el mismo derecho que los demás a recibir una buena educación», subraya la docente, natural de Oviedo.

Estrenando ya septiembre, en el San Jorge de Tormaleo están matriculados aún cuatro alumnos, aunque se sabe que dos de ellos se han mudado a otra localidad junto a su familia. Aquella que las pasadas navidades llegó a Ibias desde Alicante, aportando dos alumnos al colegio San Jorge, que resistía 'in extremis' con otras dos estudiantes: Lucía Méndez y Rokhia Tambedou. Ahora, mientras las alumnas preparan los libros e Ibias busca atraer nuevos vecinos, Álvarez celebra que «este año, al menos, sí se haya sacado la plaza de profesora en tiempo y forma».