Ibias acoge nuevos vecinos: una familia con tres niñas que salvará el colegio San Jorge

«Ahora tenemos el mínimo exigido de cuatro estudiantes. Dos de las hijas de esta nueva familia se matricularán en el colegio, al que ya asisten Lucía y Rokhia. Y la otra, de trece años, irá al otro colegio del concejo», apunta con entusiasmo la directora del San Jorge, María Palacios.

En total, en el colegio de Tormaleo estrenarán libros cuatro niñas. De 3, 5, 6 y 10 años. «Tuvimos una lucha continua por encontrar una familia que, en efecto, salvara el colegio del cierre. Haremos todos todo lo posible por acogerlos y que se encuentren bien. Esto es lo bueno de los pueblos, lo que conseguimos juntos», destaca la alcaldesa de Ibias, Gemma Álvarez.

Desde las empresas que trabajan en la zona, pasando por el Ayuntamiento -que colaboró en la búsqueda de vivienda-, hasta los propios vecinos, todo el pueblo se volcó en la búsqueda de nuevos habitantes. A quienes ofrecían trabajo, con incorporación inmediata, como operarios en las obras de restauración minera de Tormaleo. Era imprescindible llegar con menores en edad escolar, que pudieran salvar el colegio San Jorge. «Esta nueva familia buscaba un pueblo. Pero no se dedicarán a ese empleo que ofrecíamos», señala la regidora.

Los nuevos vecinos alicantinos disfrutaron ayer de una simbólica fiesta de bienvenida organizada por la comunidad educativa del centro. Donde ya se escuchan dos risas más.

«Las niñas se entendieron muy bien entre ellas. Después de tanto trabajo de búsqueda estamos muy contentos, la verdad. Y no sólo de que llegue esta familia, sino de su implicación», apunta Isabel Villar, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibias. Encargada de gestionar la vivienda, los colegios y hasta las tarjetas sanitarias de los nuevos vecinos, Villar tiene tan claro como el resto de Ibias que «no sólo es convivir sino compartir y aprender juntos» lo que supone vivir en el pueblo. «No necesitamos mucha gente necesitamos mucha vida», asegura la edil.