Secciones
Servicios
Destacamos
ROSANA SUÁREZ
TAPIA DE CASARIEGO.
Sábado, 6 de febrero 2021, 00:55
El objetivo de la Fundación Edes, con sede en Tapia de Casariego, sigue siendo el de mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad intelectual, a pesar de que la pandemia ha dificultado el desarrollo de las diferentes iniciativas que cada año ponen en marcha. « ... Nuestra intención para este 2021 es deslocalizar el servicio de empleo y formación y acercarnos a los diferentes pueblos y así poder estar cerca de las personas sin que se tengan que desplazar», explica Laura López Santamarina, responsable del servicio. Una especie de formación puerta a puerta, donde los profesionales se desplacen al lugar de residencia del usuario, independientemente del concejo, para continuar con los talleres.
Confiesa que antes de la llegada de la pandemia no se habían planteado esta posibilidad en la fundación. Fue a raíz de la imposibilidad de muchos de los usuarios de desplazarse desde diferentes municipios de la comarca y desde la Mariña lucense hasta las instalaciones tapiegas cuando pusieron en marcha el nuevo proyecto. Tras una experiencia piloto en Vegadeo, buscan ahora alianzas con los servicios sociales de los diferentes ayuntamientos para trabajar «de la mano» en acciones que implican orientación laboral, mejora de las competencias y habilidades laborales, actividades de formación y de acompañamiento para el empleo y la mejora profesional de las personas con discapacidad psíquica e intelectual.
«Los cierres perimetrales y la falta de transporte para acudir a las formaciones y actividades limitaron el flujo de usuarios», apunta López, que detalla que la media de edad de los participantes se sitúa en los 30 años, aunque los hay desde los 19 a los 50. La Fundación Edes ha detectado que el principal apoyo que necesitan tiene que ver con la autonomía y autocuidados, por ejemplo, hacerse cargo del cuidado de la salud y la gestión económica. «Estamos mejor que hace décadas, pero tenemos que seguir trabajando en la participación social de forma autónoma», destaca.
Por otro lado, la Finca El Cabillón sigue siendo una oportunidad laboral, donde además se realizan diferentes iniciativas de sensibilización medioambiental desde 2006. «Tenemos personas que vienen de forma regular a la finca todo el año, pero lo que sigue siendo una incógnita es si podrán seguir viniendo personas del extranjero a aprender cómo es el trabajo en el campo», explica López. Una iniciativa que quieren cuanto antes, pues «el valor social y de relación que aporta a las personas con discapacidad es incalculable».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.