Chapuzón con distancia social

El coronavirus ha trastocado los planes veraniegos en muchos municipios, donde habitualmente era misión imposible encontrar un hueco libre para tomar el sol o refrescarse en las piscinas cuando la canícula apretaba. La temporada de baños se inicia a medio gas en el occidente asturiano, ya que algunos consistorios han optado por prescindir de estos espacios ante la imposibilidad de asegurar las distancias o por el elevado coste de las tareas de limpieza y la contratación de personal. Así, en la comarca Oscos-Eo, solo abre la piscina de Vegadeo de un total de seis disponibles -en Taramundi, San Tirso de Abres y los tres Oscos- . Un año más, el servicio veigueño estará gestionado por Sos Norte y habrá que cumplir con un estricto protocolo sanitario.

La normativa es extensa, aunque en todo momento se podrá consultar 'in situ' a través de paneles informativos o mediante códigos QR. El aforo queda limitado a 112 personas, 44 menos que de manera habitual, el uso de mascarillas será obligatorio en espacios cerrados, incluso los socorristas la llevarán si no pueden mantener la distancia interpersonal. Además, habrá señales de advertencia en el suelo, las barandillas y las paredes y las puertas permanecerán abiertas para evitar el agarre de manillas o pomos. También se controlará de manera periódica la calidad del agua y se hará una desinfección previa al cierre a las ocho de la tarde.

Una imagen similar se repetirá en el resto de instalaciones de agua dulce. En Villayón la piscina ya se puede disfrutar desde el pasado viernes 26 de junio; en Boal, a partir de hoy. En el suroccidente, están ya a disposición de los bañistas las piscinas de Degaña e Ibias. Allande hará lo propio hoy. En la presa del Prao del Molín, en Cangas del Narcea, todavía no han estrenado temporada, al igual que en Belmonte de Miranda, donde esperan poder darse el primer chapuzón durante esta quincena «si se cumplen los requisitos sanitarios».