Más de 120 nidos de avispa asiática en solo siete concejos del occidente

El presidente de la Coordinadora, Luis Laria, afirma que esta cantidad «es solo una cuarta parte de los existentes», porque, según explica, las hojas de los árboles y los espacios intransitables imposibilitan la localización de todos ellos.

La Coordinadora recibe una media de diez avisos diarios de avistamientos de nidos. «Atendemos aquellos casos en los que la administración regional no actúa. Cuando pasan dos semanas desde el aviso y confirmamos que nadie ha ido a quitarlos, lo hacemos nosotros. También en casos donde los nidos suponen un peligro para las personas». Fue lo que sucedió con que retiraron a finales de agosto en la urbanización de Villar que tenía 6.000 avispas en su interior.

Los apicultores están molestos con lo que algunos ya califican como «plaga». Se quejan además de esta situación ha mermado la producción de miel. «El año pasado saqué cien kilos y este año no voy a llegar a los veinte», aseguró uno de ellos, Jony Suárez. «Este año me murieron cuatro colmenas», lamenta. En su caso, dice, atrapa en Albarde (Valdés) más de cincuenta avispas diarias en las trampas que tiene colocadas contra la Vespa velutina.

Desde la Cepesma recuerdan que ante un avistamiento «debe llamarse al 112 y exigir que lo retiren». Ante las críticas de los afectados por la respuesta que reciben del Principado, Luis Laria afirma que el servicio regional «no ofrece la solución más adecuada». En este sentido, retira el foco de los operarios de la sala del Servicio de Emergencias, y de los agentes de la guardería que van a inspeccionar el nido. «La culpa es de quien debe tener la responsabilidad administrativa y del político que no tiene consideración de este gravísimo problema», dice.

El suroccidente tampoco es ajeno a esta realidad. En la localidad tinetense de Navelgas se hace más de diez días que los vecinos avistaron un nido de avispa asiática y alertaron al 112 de la presencia del mismo en el alero de una vivienda céntrica. «El nido era impresionante. Creció a pasos agigantados, en muy pocos días. Es un verdadero peligro», cuenta esta vecina.

Los bomberos procedieron a retirar el nido a mediodía de ayer tras varias llamadas de los vecinos, preocupados por el peligro que supone para la población.