«Con un censo de 350, no se puede quitar al oso de la lista de especies en riesgo de extinción»

«Nuestra política de gestión es eficiente pero prudente», señaló el director de la fundación tras una reunión a la que asistió, entre otros, el director general del Medio Natural, David Villar.

Sí destacaron de forma especial el número de participantes en las actividades para la educación ambiental que organiza la FOA. No en vano, aumentó un 570% respecto al año anterior.

Se pasó de 850 personas en 2020 a 4850 el año pasado. Charlas en colegios, campamentos de verano, itinerarios por la naturaleza y recogida de basuras son las actividades que se ofertan desde esta fundación, que cuenta con seis trabajadores en plantilla, tanto al público adulto como al infantil de forma gratuita.

En su sede, La Casa del Oso, en Proaza, acogen a ejemplares de esta especie que han sufrido algún percance en el medio natural, como por ejemplo, la persecución de furtivos. «En abril de 2021, encontramos un osezno separado de su núcleo familiar, la fundación en colaboración con el Principado rehabilitó al animal en nuestros cercados». El equipo de la FOA junto a veterinarios y técnicos del gobierno regional diseñaron un protocolo para readaptar al osezno, tres meses después, al medio natural.