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rosana suárez
Domingo, 1 de agosto 2021
Conocido como 'el mesías de las plantas', apelativo que da nombre a su libro, Carlos Magdalena (Gijón, 1972) es uno de los horticultores botánicos más reputados en Reino Unido. Después de años viajando por todo el mundo para salvar especies en peligro de extinción, ha ... regresado a casa para pasar unos días junto a los suyos. Aprovechando esta estancia, descubrirá hoy el encanto de los Jardines de la Fonte Baxa, en Luarca.
-¿Qué le supuso entrar a formar parte del Real Jardín Botánico de Kew (Londres)?
-Fue un sueño entrar allí hace ya diecinueve años. Supuso un cambio bastante grande, llevaba años detrás de algo así. Para entrar se necesitaba experiencia, más que titulación. Yo tenía unos conocimientos previos y había trabajado de jardinero.
-¿Cuál ha sido su mayor logro?
-Ser capaz de convertirme en una especie de embajador de las plantas y poder darles voz. También considero un logro muy grande que los niños que se han leído mi libro me digan que quieren ser como yo de mayor.
-¿Cuántas especies vegetales ha logrado salvar?
-Hay unas 500 especies que yo introduje por primera vez en cultivo. Es difícil ponerle un número. Solamente en la Isla Mauricio, que se viesen amenazadas, más de 200. Incluso, si descubres una especie de planta la estás salvando, no puedes proteger una especie que no existe.
-¿Las más significativas?
-Han sido dos. La Ramosmania rodriguesii (café marrón) y la Nymphaea thermarum (nenúfar africano). De la primera quedaba un solo ejemplar, se podía reproducir por esquejes (fragmento del tallo), pero no por semilla. Yo fui capaz de sacarle semillas y cruzarla con otras. El problema de la segunda es que, pese a dar semillas, nunca prosperaba.
-Tiene un don para ello.
-Todo el mundo tiene un don. Yo tuve la suerte de saber cuál era y poder desarrollarlo. Sabía lo que quería y fui a por ello. Tenía claro que quería dedicarme a algo relacionado con la naturaleza.
-¿De dónde viene su pasión por ella?
-Mi madre era muy, muy aficionada a las plantas y tenía floristerías en Gijón. Mi afición por la naturaleza siempre ha estado ahí, desde pequeño, pero he sentido la frustración de estar en Asturias, en la capital de la Costa Verde. No existía ni el Jardín Botánico de Gijón, por lo que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña.
-Aprendió de manera autodidacta.
-Lo que he logrado ha sido siempre gracias a mi interés personal, de una forma muy autodidacta. En aquellos tiempos, hace dos décadas, si tenías una pregunta en tu cabeza, leías libros, no había ni internet. El término paisajismo no estaba acuñado en España. Aquí había la carrera de Biología, pero estaba muy centrada en bioquímica y acabé formándome en Londres. La horticultura botánica, que es lo que yo he estudiado, tiene muchos más elementos. Implica ciencia, patrimonio...
-¿En qué proyectos está inmerso?
-He tenido que paralizar la gran mayoría de los proyectos que tenía en marcha a escala internacional debido a la pandemia. Me he centrado en la taxonomía. Descubrir una planta es una cuestión casi más de tiempo que de irte a algún sitio lejano y patear. No solamente tienes que encontrarla, sino que tienes que llevar a cabo un trabajo de investigación y documentación.
-¿Habrá un segundo libro después de 'El mesías de las plantas'?
-Hemos descubierto una especie bastante asombrosa, detrás de la que hay una especie de drama histórico desde el principio del Imperio Español. Mi segundo libro tratará sobre ello. 'El mesías de las plantas' es un libro que cuenta mis aventuras de viaje, pero este segundo será una aventura mía de viaje en la que encuentro otras aventuras que están olvidadas y que tienen un mensaje muy bonito.
-¿Cuáles son las principales amenazas para la biodiversidad vegetal?
-Son muchas. Principalmente, la destrucción y fragmentación de hábitats y el cambio climático, pero, sin duda, la ignorancia, el desconocimiento, es la peor de todas las amenazas. Si todos tuviésemos conciencia del calibre de lo que está ocurriendo, estaríamos más abiertos al cambio y lo estaríamos enmendando.
-¿Cómo podemos contribuir a su protección?
-La conciencia y el conocimiento son el cimiento de la conservación. Es muy importante la divulgación y la captación de afición en las generaciones jóvenes, que cada vez están más distanciadas del medio natural. Vivimos de espalda a la naturaleza, sobre todo, desde un punto de vista psicológico. Me hace bastante gracia cuando me preguntan qué pasa si desaparece una planta. Ver su importancia es el primer paso para comenzar a protegerlas.
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