BELÉN G. HIDALGO
ibias.
Martes, 11 de agosto 2020, 00:07
Pese a que la comarca suroccidental se halla inmersa en un proceso de desacarbonización, la actividad extractiva regresa al concejo de Ibias. La empresa Carbones La Vega ya dispone de autorización para la explotación subterránea de la antracita de Villares. Tras haberse superado los ... trámites ambientales previos, la Consejería de Industria ha dado luz verde al permiso de explotación de Mina Miura. Desde 2017, la firma minera ha llevado a cabo un proyecto de investigación y preparación del yacimiento que la semana pasada recibía la autorización como mina «de hecho y derecho», según confirmó la empresa a EL COMERCIO.
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Carbones La Vega prevé un ritmo de explotación de 60.000 toneladas anuales en los próximos cinco años. La empresa señala que desde que comenzaron las labores previas hace tres años «hemos ido creciendo. Empezamos con nueve trabajadores y ahora somos 38». Y aclara que durante este tiempo se operó bajo el amparo legal relativo a la preparación de la mina.
Según las investigaciones realizadas por Carbones La Vega, la antracita a extraer de la denominada 'capa 4' destaca por su alta calidad. Así, por sus propiedades caloríficas y su bajo contenido en azufre, cenizas y volátiles, «podría ser empleada y tener como destino sectores o procesos de filtros de agua, acerías, hornos eléctricos, fundentes, recarburantes, fabricación de baterías, uso doméstico, o incluso la exportación».
En este sentido, la alcaldesa de Ibias, Gemma Álvarez, no dudó en considerar esta autorización como «algo positivo para el concejo, pues supone generar empleo». Álvarez destacó la ventaja que supone el hecho de que el mineral extraído en Villares «sea de calidad premium», pues ello hace que el destino final de dicha antracita no sea la combustión en centrales térmicas, en alusión al actual proceso de descarbonización.
Menos optimistas se mostró la Coordinadora Ecologista de Asturias,; el colectivo presentó alegaciones al proyecto y no ocultó su temor a que «encubra la obligatoria restauración de las antiguas minas existentes y se pretenda solapar una supuesta explotación para no restaurar las minas abiertas en la Corta de la Braña de Eiroa».
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Su portavoz, Fructuoso Pontigo, recordó que la zona a explotar es «una zona donde la minera Coto Minero del Cantábrico tenía dos explotaciones -una subterránea y otra a cielo abierto- sin restaurar», lo que consideró «un ejemplo más del coladero que es el Gobierno regional para con los obligatorios proyectos de restauración». Por su parte, la regidora ibiense confía en que «se haya aprendido de los errores del pasado y el Principado permanezca vigilante para que no vuelva a suceder».
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