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Los vecinos de la parroquia de San Damías del Coto, en Cangas del Narcea, solo tienen una alternativa para alcanzar una carretera regional tras hundirse la vía local que les comunicaba con la AS-29, ahora cortada por el propio desprendimiento de este vial. Deben hacerlo a través de una pista forestal de poco más de dos kilómetros que parte de uno de los ocho pueblos afectados, El Valle, y llega hasta el de Sevil. Una alternativa sinuosa para los vehículos todoterreno y un peligro para los turismos, como sostienen los vecinos afectados. Ellos, una vez llegan a Sevil deben recorrer otros 2,5 kilómetros hasta alcanzar la AS-15. Lo hacen, además, por una carretera local estrecha y salpicada de baches que mantiene en jaque a los vecinos de los pueblos que atraviesa, que también recelan de la efectividad de esta alternativa.
«En ese barrizal jamás se moverá un turismo. Además se está acabando con la pista», lamenta el vecino de Sevil, Manuel Fernández. Lleva desde que comenzaron las obras para consolidar el vial alternativo y compactarlo con zahorra vigilando el continuo trajín de camiones que circulan por el acceso al pueblo. Teme que tanto peso acabe por destruir una vía ya maltrecha, incluso acabe con la escollera junto a su casa. «Ayer pasaron más de veinte camiones por aquí y pesan la de Dios», explicó, sin retirar la mirada del camino. «Es una vergüenza. No había dinero para bachear la pista y tuvimos que ir los vecinos y con estas obras quedará hecha un asco», concluye este vecino de Sevil.
Mientras, a escasos metros de su casa las máquinas se afanan en terminar el trabajo para acabar con el barrizal. Pero no deja de llover y ello dificulta la tarea. Lo más complejo, aseguran a pie de obra, será superar los primeros metros. Son los más pendientes y el barro se acumula a buen ritmo, agravado por el paso continuo de camiones que apuran el trabajo. El resto de la pista, aunque estrecha es más llana. Si el material logra compactar con el paso de las pisonadora podría salvar la situación. Al menos, esas son las esperanzas.
Los vecinos semiaislados acudieron a la cita con el presidente del Principado, Adrián Barbón, para escuchar su propuesta: un paso provisional seguro en una suerte de variante a la vía hundida. Mientras, los días se hacen duros. «Vemos que no podemos pasar y son momentos complicados. Hay una chica que está embarazada y se va a ir a casa de su hermana en Oviedo. Ve que llega el día y cómo sales de madrugada por una pista que sólo puedes pasar en todoterreno. Es angustioso», explica la portavoz de la parroquia y vecina de Casares, Noemí Fernández. Cree que la alternativa sería viable en verano, que está seco. Ahora, solo en caso de extrema necesidad. «Los todoterreno pasan con calma, con tranquilidad y lo menos posible», concluye.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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