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Se trata de un proyecto de la Fundación Biodiversidad en el que Asturias participa a través del CTIC, con el apoyo del Ministerio de Transición y Reto Demográfico y del Gobierno del Principado, pero con el vallado virtual que se está experimentando en los ... montes de Valle de Lago (Somiedo) se va mucho más allá de una mera forma de gestión del ganado (caprino en este caso) en remoto. Se trabaja tanto en una nueva forma de gestión ganadera como en una idea –y en esto tienen mucho que decir los expertos del CTIC– de cómo hacer que los pueblos con economía aún basada en la ganadería sean, como indicó en Valle de Lago Emilio Tereñes, experto en Inteligencia Territorial, «de algo más global, de mejorar los aprovechamientos y fomentar el emprendimiento sostenible que lleve a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en los pueblos».
Valle de Lago y Pola de Somiedo acogieron este miércoles la segunda jornada del encuentro entre expertos, ganaderos y políticos de Asturias y del Valle de Arán. El proyecto piloto asturiano, que cuenta con sensores gps de actualización instantánea de la situación del ganado y con los que se puede mover el rebaño –o animales concretos– en tiempo real de una a otra ubicación es tecnológicamente más avanzado que el que los araneses llevan varios años utilizando, pero estos tienen implantada una red de antenas que ya cubren todo el territorio, aunque la actualización de los collares gps no es instantánea.
La posibilidad de mover el ganado a través de una aplicación de móvil, así como de conocer sus datos de ubicación, movilidad y otras informaciones se compagina, además, con la lucha contra los ataques de la fauna salvaje (oso y lobo en el caso asturiano, así como algunos depredadores de menor tamaño, y oso en el caso aranés). De hecho, los ganaderos de la delegación aranesa explicaron que en su caso, la reintroducción del oso pardo en los Pirineos «se hizo con osos procedentes de Eslovenia a los que se había cebado con ovejas y cabras, así que van directos a la oveja o la cabra», generando más problemas. En Valle de Lago, el vallado virtual demostró este miércoles su capacidad para mover ganado en tiempo real, si bien se dio un interesante debate con posturas encontradas sobre la posibilidad, aún en estudio y con dificultades técnicas, de usar esta tecnología para controlar también a los depredadores.
Porque los collares gps están diseñados de forma que cuando el animal se sale de la zona marcada por el ganadero, emiten un sonido que, si el animal persiste en moverse hacia donde no se desea, se troca en una pequeña descarga eléctrica. Con hervíboros está demostrando que funciona, pero con carnívoros el asunto es más complejo.
Durante el debate matutino de la jornada de este miércoles en Somiedo, el director general de Planificación Agraria, Marcos da Rocha, aportó datos de los daños declarados por fauna salvaje en Asturias «hasta el mes de octubre». Según indicó, «se han registrado 3.374 casos de daños por fauna, de los que 2.078 corresponden a ataques de lobo a la ganadería, mientras que 582 son de jabalís –principalmente, en sembrados– y 384, de oso –sobre colmenas o sobre plantaciones de árboles frutales en Asturias, con muy escasas declaraciones de ataques a ganado–». De hecho, la ganadera de Las Regueras y Somiedo Lucía Velasco, presente en la primera parte de la jornada, indicó que «en 24 años de ganadería en Somiedo, sólo he declarado un ataque de oso, pero lo que tengo más que visto son lobos acechándonos no solo a mis vacas, sino a mí y a mi padre».
Los ganaderos araneses, en cambio, declararon que «el oso, allí, atacaba a las cabras y ovejas, y ahora que tenemos tres rebaños comunales con vigilancia permanente de pastores contratados por el Consell de la Vall d'Arán, los ataques son más a la cabaña equina de carne. Tenemos el caso de un oso que en un solo mes ha matado diez potros».
Da Rocha, acompañado por los directores generales de Reto Demográfico, Marcos Niño, y de Ganadería, Rocío Huerta, puntualizó que en hasta agosto «se han abonado cuatro millones por daños», con una media de 83 días por expediente, y aclaró que los datos que aportó no incluyen los daños no demostrables –por falta de restos del animal atacado– ni los declarados al agroseguro. En cambio, el consejero de Agricultura aranés, Francisco Bruna, indicó que en su caso, los pagos públicos por daños y los de los seguros sí son compatibles.
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