Boda vaqueira de Aristébano. E. C.
Boda vaqueira de Aristébano

66 años de tradición vaqueira, en peligro por desamor

Se trata de la boda vaqueira de la braña de Aristébano, que todos los últimos domingos de julio de los últimas décadas años reúne entre Valdés y Tineo a miles de asistentes

Octavio Villa

Gijón

Miércoles, 20 de marzo 2024, 19:47

Que Asturias está perdiendo poco a poco —como casi todas las regiones— tradiciones y costumbres que suponen una riqueza etnográfica y cultural innegables es una triste realidad. La boda vaqueira es una tradición que no solo cumple 66 años de celebraciones continuas anuales, sino que ... hunde sus raíces en lo más profundo del alma del occidente asturiano, el mundo vaqueiro, la que corre peligro. Se trata de la boda vaqueira de la braña de Aristébano, que todos los últimos domingos de julio de los últimos 66 años (con una sola excepción, el primer año de la pandemia de covid, por motivos evidentes) reúne en dicha braña, en el límite entre los concejos de Valdés y Tineo, a cientos, si no miles de vaqueiros y asimilados para disfrutar de esa ceremonia en la que todos los elementos tienen un significado ritual, entre los que destaca el porteo de la cama de los futuros esposos hasta la capilla que corona la braña.

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Un vaqueiro de excepción, que fuera concejal en Salas, juez de paz, farmacéutico, dinamizador social, maestro de cocineros y propietario de dos de los negocios hosteleros más peculiares, hermosos y divertidos que Asturias ha tenido, Paulino Lorences, pone voz a los organizadores del Festival Vaqueiro de Aristébano y relata que a principios «de este año teníamos dos solicitudes, una para una boda civil, en la que la novia era descendiente de una familia de vaqueiros de Las Regueras que subían a Torrestío, y otra, para una boda católica, en la que el novio tenía raíces vaqueiras en el concejo de Tineo». Con la perspectiva no de una, sino de dos posibles bodas, «estábamos encantados». Pero el desamor —u otras razones familiares— ha llevado a que, casualmente, «las dos parejas tuvieran que suspender el casorio, así que estamos un poco preocupados».

Así las cosas, los vaqueiros «hemos lanzado una llamada ofreciendo organizar un matrimonio, tanto católico como civil, que tendría lugar en el último domingo de julio, en el festival vaqueiro». Esperan, por lo tanto, que alguna feliz pareja en la que alguno de los novios —o ambos— tengan origen vaqueiro se animen a aprovechar la fecha y a compartir con todos los que aman la tradición vaqueira su día más feliz.

Recuerda Lorences, por otra parte, que hace años «rompimos el tabú de que solo podía ser católica, al haber realizado en Aristébano ya bodas de carácter civil».

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