Alpidio Méndez y Montse Gómez, vecinos de Ibias, con sus hijas. E. C.

Inicio del curso con un mes de retraso en Ibias

La Consejería de Educación no publicó la convocatoria para cubrir las cuatro plazas de los docentes hasta el 28 de septiembre

Á. RODRÍGUEZ

IBIAS.

Jueves, 7 de octubre 2021, 01:47

Los cinco alumnos del colegio público San Jorge de Luiña, en la parroquia de Tormaleo (Ibias), comenzaron el curso el pasado lunes, tras más de un mes de incertidumbre sobre el posible cierre del centro. «No llegó a estar cerrado oficialmente en ningún momento, pero ... el Principado quería esperar a que no hubiera niños para cerrarlo», asegura Gemma Álvarez, alcaldesa de Ibias. Tres de los cuatro niños que el pasado curso acudieron al San Jorge se marcharon del pueblo con sus familias, por lo que Álvarez y varios vecinos comenzaron, ya en agosto, a buscar nuevas familias que vinieran al concejo, con la intención de garantizar la vida del centro. Ibias recibió entonces a dos nuevas familias, una desde Argentina. En total son cinco niños más que serán escolarizados en el municipio.

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«Llamé a la Consejería de Educación y me aseguraron que las plazas saldrían adelante. Sin embargo, cuando se publicaron las convocatorias de agosto, este colegio no aparecía», relata Álvarez, que agrega que intentó, sin éxito, ponerse en contacto varias veces con la consejera. «Llamé el uno de septiembre y me dijeron que las familias podrían realizar las inscripciones por correo electrónico. Luego pidieron los certificados de empadronamiento, que yo aseguré que las familias tenían. Después de quince días de trámites, insistí en que no se olvidaran del colegio. En todo momento pedí que se sacara una convocatoria urgente, porque tenían la capacidad de hacerlo», afirma la alcaldesa.

Finalmente la Consejería de Educación hizo pública la convocatoria el 28 de septiembre, con la oferta de cuatro plazas en las especialidades de Inglés, Educación Física, Música y Educación Primaria.

«La apuesta por el medio rural debe pasar de las palabras a los hechos, y en ese sentido demandamos que se haga un seguimiento de la escuela rural en el Observatorio de la Escuela Rural, que se creó en la anterior legislatura y no se ha vuelto a reunir», sentencia Borja Llorente, de Comisiones Obreras. El mantenimiento de los servicios públicos en la zona es una reivindicación que comparten los vecinos y las familias afectadas, que ven cada día como el suroccidente pierde población.

«Mi hija Lucía, de tres años, empieza este año el colegio y se supone que debía hacerlo el nueve de septiembre, como en el resto de escuelas. No sabíamos qué iba a pasar con el colegio, la única información que teníamos nos llegada desde el Ayuntamiento», relata Alpidio Méndez, vecino de Ibias. La alternativa de esta familia era enviar a su hija al otro colegio público del concejo, «a unos veinte kilómetros, que es mucho recorrido que hacer cada día para una niña tan pequeña», señala Méndez, trabajador de la mina en el pueblo que acaba de ser padre por segunda vez.

«El trato que recibieron los niños y las familias de esta zona por parte de la Consejería de Educación, fue terrible», apunta Álvarez. La alcaldesa ibiense asegura, además, que en el otro centro público del concejo, el colegio de San Antolín, «el Principado no se está haciendo cargo de determinadas inversiones en seguridad, para las que tienen un presupuesto de 50.000 euros sin emplear».

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