21 de los 30 acusados de difundir el vídeo sexual de San Timoteo evitarán la cárcel si abonan las multas

Han tenido que pasar 14 años para que los 30 acusados se sienten en el banquillo. En el medio, muchas dilaciones, una batalla judicial para que las defensas reconocieran que los hechos eran un delito y una suspensión. Y el pasado martes, finalmente, se ha podido escuchar la versión de los 30 acusados por un delito contra la intimidad por difundir presuntamente un vídeo de contenido eróticograbado a una pareja en Luarca sin su consentimiento.

Hoy mismo, 21 de los 30 acusados han llegado a un acuerdo de conformidad. Reconocen los hechos, esto es, haber compartido el vídeo. Han limitado su testimonio a eso, a confirmar que reconocen los hechos y se ratifican en lo que explicaron en su momento. Muchos ya han ingresado, de hecho, 2.000 euros como adelanto de la indemnización por responsabilidad civil, que finalmente ascenderá a 20.000 euros. El acuerdo incluye también una pena de seis meses de prisión que será conmutada por la multa de 360 días a 6 euros diarios, y multa de 4 meses y 15 días, a 6 euros diarios. Para el resto de acusados, el Ministerio Fiscal solicitó una condena de 2 años de prisión y el pago de una multa de 18 meses a 6 euros diarios.

Los hechos tuvieron lugar en las fiestas de San Timoteo de Luarca, en agosto de 2010. Entre aquella fecha y febrero de 2015, el Ministerio Fiscal considera que los acusados, en fecha indeterminada pero en ese periodo, difundieron un vídeo de contenido erótico protagonizado por una pareja y filmado sin su consentimiento. Nunca se ha llegado a saber quién subió aquel vídeo a internet ni quién lo colgó en una página web de contenido pornográfico. Pero sí se ha identificado a estas 30 personas que, supuestamente, compartieron el vídeo, principalmente a través de grupos de WhatsApp.

Ella misma explicó la semana pasada el horror que había vivido. «Es lo peor que me ha pasado en la vida», aseguró en la segunda sesión de un juicio que ha tardado 14 años en celebrarse desde que, en agosto de 2010, alguien (que no ha conseguido ser identificado), les grabó sin su consentimiento a ella y a un chico, manteniendo relaciones sexuales. El vídeo fue compartido durante años.

Ayer todos pudieron escuchar el testimonio de la psicóloga que atendió a la víctima en aquellos primeros momentos, profesional que confirmó que «tuvo ideas suicidas». La psicológa detalló cómo fue su tratamiento y su terapia hasta conseguir salir a la calle.

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