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Los vecinos de San Tirso de Abres aún tratan de digerir la tragedia que sacudió al concejo en la noche de este martes cuando un fatal accidente de tráfico acabó con la vida de Iván, de 39 años, y Florentino, de 37. Ambos perdían la vida tras caer al río Eo cuando la pick up en la que viajaban se salió de la vía.
Noemí León, propietaria del Bar Místico San Juan, ubicado muy cerca del lugar del siniestro, aún tiene el susto metido en el cuerpo. Conocía a los fallecidos, especialmente a Florentino, al que todos llamaban Tino. La hostelera confesaba a este diario que «era un encanto de persona, un ser humano excepcional. No me puedo creer que esté muerto, justo hablamos ayer. Su padre y él siempre venían al bar. Nosotros nos hicimos con este bar desde hace sólo tres meses y Tino fue una de las pocas personas que nos hizo sentir desde el primer momento como en casa», contaba Noemí visiblemente afectada.
Ella fue testigo del fatal accidente. «Cuando escuchamos el golpe, lo primero que pensamos es que era una bomba que había explotado. El impacto fue tremendo», recordó. «Mis hijos inmediatamente bajaron a ver qué había pasado, y luego me dijeron que creían que en el vehículo iba Tino. Yo no daba crédito, ha sido muy doloroso», lamentó propietaria del Bar Místico. Noemí aseguró también que «es muy difícil romper esa barras de hierro de la carretera. Creemos que algo tuvo que haberle pasado a Iván, que llevaba el coche, para que se hubiera caído de esa manera. No tenemos palabras».
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