Tormaleo alerta del alto nivel de agua de la balsa antes de la época de más lluvia

El otoño acaba de comenzar y los vecinos de la parroquia de Tormaleo, en Ibias, miran con preocupación el nivel de la balsa de agua de la abandonada explotación a cielo abierto cuyo caudal «es mayor que el año pasado en estas fechas; si subió tanto en verano nos imaginamos lo que pasará ahora en invierno». Nunca consideraron suficiente el bombeo que la administración concursal de la antigua Coto Minero Cantábrico (CMC) puso en marcha y, además, señala José María Fernández, presidente de la junta vecinal, la bomba se estropeó y pusieron en su lugar una de menor capacidad.

Por otra parte, esta semana han podido ver movimiento en la Campa de Tormaleo. «Han comenzado a llevarse carbón del que había acumulado», apuntan los vecinos, que tienen conocimiento de que la explotación ha sido adjudicada en subasta, aunque todavía está pendiente de tramitación y escritura pública. Según sus informaciones se trata del empresario Pedro Emiliano Román (Minarsa), que ya en su día había optado a la adjudicación de las unidades productivas de CMC, aunque la administración concursal rechazó su oferta.

Sin embargo, la junta vecinal sospecha que los trabajos nada tienen que ver con el nuevo empresario, sino con el grupo Uminsa, dado que los camiones que han visto pertenecen a otra de las compañías del empresario Victorino Alonso. Aunque CMC era la concesionaria de los derechos mineros en Tormaleo desde 2007 -cuando ambas eran propiedad de Alonso- estaban cedidos en arrendamiento a Uminsa por cincuenta años. «Si tiene derecho a llevarse el carbón, también tendrá la obligación de encargarse de la restauración y de reparar el destrozo que causó aquí», sostienen los vecinos.