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Lidia Álvarez
Sábado, 24 de octubre 2015, 00:40
Hace unos meses el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas daba a conocer los datos sobre la deuda pública de los ayuntamientos al cierre del ejercicio 2014. Entonces, la Administración central cifraba la deuda del Ayuntamiento de Cudillero en algo más de seis millones de euros. Ayer, el regidor pixueto, el popular Ignacio Escribano, elevó esa cantidad hasta casi los nueve millones de euros. En total, 8. 808.748 euros.
Son los datos ofrecidos en un Pleno extraordinario en el que la situación económica municipal fue el asunto central. Escribano atribuye esa circunstancia, entre otras causas, a la suma de contrataciones irregulares, complementos ilegales, concesión de subvenciones sin procedimiento y justificación, plantilla excesiva, reintegro de subvenciones por no poder justificarlas, gastos superfluos y desmesurados, ausencia de inspección urbanística y pertenencia a organismos superfluos.
Así, el regidor explicó que el Ayuntamiento se acogió al plan de pago a proveedores en los años 2012 y 2013, incluyendo facturas pendientes de pago y que habían sido previamente aceptadas y que irían desde 2008 hasta 2013. El importe del préstamo del plan se compone de una deuda financiera pendiente de amortización que supera los seis millones.
De las facturas impagadas incluidas en el plan, Escribano quiso además destacar algunos conceptos que llamaron su atención como los 44.137 euros gastados en un único restaurante, los 35.481 euros a un periódico «para realizar multitud de anuncios que bien podrían haber sido comunicados mediante bandos», los 162.789 euros empleados para la certificación de liquidación de la construcción del polideportivo en Villademar, que estaba subvencionado por los planes A y E, o los 443 euros destinados a caramelos para la Cabalgata de Reyes.
En lo que respecta a la deuda relativa a las obligaciones reconocidas y pendientes de pago, correspondientes a facturas y otros gastos, la cifra asciende a 659.538 euros. Parte de esa deuda, explicó Escribano, se corresponde con indemnizaciones a las que ha sido condenado el Ayuntamiento, principalmente por sentencias a favor de extrabajadores del propio Ayuntamiento, así como a subvenciones que han tenido que ser devueltas «por una falta de ejecución o negligente gestión de las mismas». También en este apartado el regidor se detuvo para destacar algunos gastos llamativos, como los 2.786 euros en viajes y hoteles a Atenas, Chipre y Milán, y los 9.329 euros en regalos y comidas protocolarias.
Durante su intervención, Escribano criticó duramente la actuación de los anteriores gobiernos municipales dirigidos por el PSOE y señaló que «es igual de culpable el que realiza una pésima gestión como el que por omisión consiente el despilfarro cometido». Así, añadió, «cuando la gestión pública se convierte en la adquisición de bienes y servicios para obtener votos, sucede que se genera una deuda como la que tiene nuestro Ayuntamiento».
El alcalde manifestó, además, que se está estudiando realizar una auditoría externa de las cuentas municipales, como han solicitado algunas formaciones.
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