«Te quito de un plumazo y me cuesta cuatro perras»

El juicio al teniente alcalde de Ibias, Leonardo Ron Rellán, por lesiones y amenazas a su esposa, quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo. En la vista, en la que declararon tanto el acusado como la denunciante, la Fiscalía añadió a su acusación original por delitos de lesiones y amenazas, una falta por insultos, y pidió 114 días de trabajos en beneficio de la comunidad, privación del derecho a la tenencia de armas y orden de alejamiento de dos años a la víctima. La acusación particular mantiene la petición de dos años y nueve meses de prisión, por un delito de amenazas y otro, de maltrato continuado.

El abogado de la esposa, Luis Fernández del Viso, señaló en declaraciones a EL COMERCIO, que la prueba base de la acusación es una grabación de varias horas, de la que se extrajeron los ocho minutos más representativos, según el letrado, «donde la ataca y la insulta con expresiones como zorra y puta». En ella, apunta del Viso, se puede escuchar como Ron le dice «a ti te quito yo de un plumazo y me cuesta cuatro perras». Sobre este punto el acusado señaló que se refería al pleito de la separación.

Ron también negó que el ruido seco que se oye cuando supuestamente la amenazaba con una navaja, fuera a consecuencia de la caída del arma al suelo, sino que se trataba de unas llaves.

Ella, por su parte, declaró ayer que, además de los insultos, la amenazó con la navaja y la agarró fuertemente por el cuello, empujándola contra un sofá y colocándose encima de ella y golpeándola contra la estructura del reposabrazos.

La grabación fue la única prueba, «porque el juez no permitió hablar de otros incidentes anteriores, al entender que había otras denuncias en las que se tendría que discutir lo ocurrido en esos casos», señaló del Viso. En el audio también se escucha como la mujer le pide que le devuelva el teléfono, «mientras Ron va leyendo los whasap». Y es que los celos parecen ser el desencadenante del incidente que tuvo lugar el pasado 27 de diciembre, cuando el teniente de alcalde de Ibias reprochaba a su esposa conversaciones con otros hombres. El abogado de la acusación también explicó que «la defensa argumentó que estaba todo preparado por mi cliente y que se había manipulado la grabación para que solo se oyera lo grave, pero si querían escucharla entera deberían haberlo solicitado».