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ROSANA SUÁREZ
SALAS.
Martes, 18 de mayo 2021, 01:36
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) comenzó ayer las actuaciones para habilitar un desvío provisional seguro de la N-634, cerrada desde hace más de un mes por un argayo caído en el kilómetro 450, en Casazorrina (Salas). Los primeros ... trabajos comienzan tras haber firmado el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana la declaración de emergencia para llevar a cabo las actuaciones de reparación de los daños ocasionados por el desprendimiento, pues la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias envió hace más de una semana la solicitud de dicha declaración.
Según informó el ministerio, el presupuesto estimado de las obras necesarias para la estabilización del talud y el desvío provisional de la N-634 asciende a 14,5 millones de euros. Detalla además que los cruces del río Nonaya se realizarán con una batería de seis marcos prefabricados de hormigón de dimensiones interiores de dos por dos metros. También se ejecutará un canal hormigonado de cinco metros de ancho paralelo al desvío provisional en previsión de posibles aumentos rápidos del caudal del río y se procederá a la limpieza del cauce.
En paralelo, según exponen, se trabajará en la estabilización del talud. Las actuaciones consistirán en estabilizar el material coluvial de la ladera en cotas superiores al material deslizado, adaptando la profundidad y extensión de la solución a los datos que se obtengan de la campaña de prospección geofísica que se va a acometer «de forma inmediata».
Posteriormente, se deberá proceder a la retirada del material deslizado, comenzando los trabajos desde la cota superior del deslizamiento. Conjuntamente se procederá a la redefinición y estabilización paulatina del desmonte a medida que se vaya retirando el material inestable en la zona afectada.
Vecinos y empresarios del Suroccidente se han visto perjudicados por el corte de la carretera N-634 teniendo que usar desvíos alternativos para sus desplazamientos. «Este desvío supone, sin duda, un grave trastorno para los usuarios de la infraestructura», reconoció ayer el Ministerio de Transportes a través de una nota de prensa.
El área que dirige José Luis Ábalos expuso que «afortunadamente, y debido al seguimiento que desde la Dirección General de Carreteras junto con la empresa contratista adjudicataria se estaba haciendo del desmonte citado durante la ejecución de las obras, cuando ocurrió el deslizamiento la carretera ya estaba cortada a la altura de Casazorrina, habiendo desviado el tráfico por las carreteras locales».
Así, argumentan que desde que se produjo el deslizamiento, técnicos de Transportes y especialistas en temas geotécnicos han estado estudiando el deslizamiento de tierras y las características del terreno para definir las actuaciones más adecuadas con el objetivo de poder reabrir al tráfico la carretera «lo antes posible primando la seguridad de los usuarios y trabajadores».
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