Nuria Varela, directora general de Igualdad, en su despacho. PABLO LORENZANA

«Ya hay niñas que denuncian la violencia que sufren sus madres»

Nuria Varela, Directora general de Igualdad ·

«Las víctimas hay que contarlas y las contamos, pero también hay que decir que las políticas de Igualdad han salvado la vida de muchas mujeres»

Chelo Tuya

Gijón

Sábado, 19 de noviembre 2022

«Igualdad no es igual da». Le da la vuelta al chascarrillo de la derecha más extrema para defender la eficacia de las políticas que buscan la equiparación real en derechos a hombres y mujeres. Y, sobre todo, que buscan erradicar la violencia de género. « ... Han salvado muchas vidas» dice Nuria Varela (Turón, 1969), la directora general de Igualdad. En la semana en la que las grietas legales de la ley del solo sí es sí que permiten que agresores sexuales puedan beneficiarse de rebajas penales, Varela recuerda que en esta legislatura, Asturias ha consolidado su carácter pionero, iniciado en 2007 con la apertura de la Casa Malva, con la puesta en servicio, hace dos años, del Centro de Crisis para Víctimas de Agresión Sexual. Ya busca nuevo espacio. Y más servicios..

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-En una reciente jornada sobre el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, dijo usted que las políticas de Igualdad siempre se pintan de gris.

-Es que, muchas veces, solo contamos los asesinatos, el dolor, las pérdidas... Tenemos que hacerlo y lo hacemos, pero creo que también tenemos que poner en valor todas las vidas que se salvan con las políticas de Igualdad. Está ese discurso que puso de moda la derecha en Madrid: 'Igualdad, igual da'. Pues no, no da igual. Hay muchas mujeres que han salvado la vida gracias a que el sistema de protección trabaja sin descanso.

-¿Sin descanso?

-Sí, hay servicios que funcionan 24 horas. Hay muchas personas pendientes de esa madre que, cuando aún no se le ha quitado el permiso de visita al maltratador, tiene que llevar a sus hijos el fin de semana a que vean a ese maltratador. Y estamos todas en vilo hasta que vuelven el lunes. Así que creo que, también, por un día podemos poner en valor las vidas que se salvan con el trabajo de todo el equipo.

-En esa misma jornada, dijo que una niña denunció al agresor de su madre. ¿Es real? ¿Hay una niña que ha denunciado?

-Sí, claro. Y más de una. Es impresionante lo que ocurre en los servicios de protección. Me emocionó porque nos encontramos con una menor que, como su mamá no puede aún, no tiene la fuerza para hacerlo, ella ha denunciado al agresor de su madre.

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-¿Desmiente eso la versión de que los jóvenes repiten roles de machismo? ¿Las nuevas generaciones denuncian más?

-Creo que el escenario es muy complejo. Por un lado, el trabajo en igualdad está hecho, las mujeres jóvenes son extraordinariamente valientes y están en las manifestaciones, en las calles, de voluntarias en los 'puntos violeta', pero, por otro lado, están sufriendo una violencia muy pronto y muy jóvenes. Y están sufriendo muchísimos mensajes muy bestias de sumisión, sobre todo de sumisión sexual.

-¿Cómo reciben esos mensajes?

-A través de la pornografía, o de televisiones como la pública que se ha empeñado en promocionar en algunos espacios de ocio la hipersexualización de las mujeres.

Crimen de Olivia

-El crimen de Olivia ha sido utilizado para criticar la lenta reacción del feminismo.

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-Creo que he sido clara. Me ha parecido y me sigue pareciendo execrable que la ultraderecha y los maltratadores utilicen el profundísimo dolor que tenemos en toda Asturias por el asesinato de Olivia para cuestionar la violencia de género, para decir que esto no tiene sexo ni género y para intentar volver a poner patas arriba todo un sistema judicial y todo un sistema de protección que España, como sabemos, ha sido pionera en desarrollar y que seguimos mejorando día a día.

-El caso de Erika Yunga, la adolescente asesinada en Oviedo por un vecino. ¿Por qué no aparece en la estadística de víctimas de violencia de genero?

-No depende de nosotros, sino de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. ¿Es violencia de género? Indudablemente. La mató porque era una mujer, una niña. Pero, hasta ahora, el Ministerio de Igualdad no contabiliza esos casos.

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-Antes de que atacara a Erika, su asesino había acosado a otras mujeres, pero no hubo un recorrido judicial.

-Creo que, en ese caso, el instrumento más útil habría sido el centro de crisis.

-¿Por qué?

-Si hubiéramos tenido todas esas denuncias en el centro de crisis, nosotras habríamos detectado que había un depredador. El centro de crisis no solo está pensando para atender a las mujeres víctimas, sino también para prevenir la violencia sexual y tener datos que nos permita conocerla mejor.

-¿El revés de la ley del 'solo sí es sí' era previsible?

-En su momento ya se dijo que la ley tenía déficits importantes que deberían haber sido subsanados. Ahora es necesario y urgente modificarla. No es cuestión de interpretación de los jueces.

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-Llega un nuevo 25N con víctimas mortales: 38 mujeres y dos menores. ¿Esto no tiene fin?

-Siempre he dicho que no es el mejor indicador para medir la violencia de género, pero sí el más doloroso. El fin último del sistema es proteger la vida, pero por el medio, hay muchas mujeres muertas en vida. Pero Igualdad es la esquina pequeña del sistema. La violencia de género tiene que pararse en la educación, desde pequeños a universitarios, en los medios de comunicación, en las familias, en un esfuerzo conjunto de toda la sociedad. No obstante, insisto, el número de asesinatos es un indicador, pero no el único. Puede haber más asesinatos porque hay más mujeres rebelándose contra sus agresores y menos porque hay muchas que sufren en silencio la violencia.

-Usted apunta necesidad de mejoras en el Pacto de Estado.

-La burocratización nos está haciendo perder eficacia. Es un problema serio. Muy serio. Pero, a parte, en las políticas de Igualdad tenemos ese problema doblemente aumentado. Tengo una anécdota con Solbes.

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Nuria Varela, en un momento de la entrevista. PABLO LORENZANA

-Cuente.

-Con el primer Ministerio de Igualdad, el de Bibiana Aido, fuimos al Ministerio de Economía a ver a Pedro Solbes para decirle que teníamos muchas necesidades. Y él nos llevó a un cuadro en el que estaba tooooda la historia del Ministerio de Economía. Eran siglos frente a un ministerio recién creado. Pues esa debilidad la seguimos teniendo. Las políticas de Igualdad se ponen en marcha con la Ley Integral, de 2004, y en 2008 llegó la primera gran crisis. Yo tengo la cuarta parte del personal que necesito. Y como yo, todos los departamentos de Igualdad. Tenemos déficit de funcionariado porque nacemos cuando la Administración ha decidido que no va a contratar más personal. O que una serie de herramientas de gestión, como las fundaciones, ya no son útiles.

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-Pero el Pacto de Estado son 260 millones de inversión.

-Sí, pero es necesario que se modifiquen las condiciones de gasto. Que permitan el gasto en personal. Necesitamos personal estable y formado. No se puede enfrentar la violencia de género sin personal especializado y la Administración no lo tiene.

-Y tampoco permite, señala usted, gasto plurianual.

-No. Nosotras no tenemos programas plurianuales. Ni en el pacto de Estado ni en corresponsables. Eso significa que todos los años recibimos dinero, todos los años presupuestamos, todos los años hacemos la misma tramitación. Es un despropósito. Hay que hacer planes plurianuales, porque dan estabilidad y aligeran extraordinariamente la burocracia.

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-Asturias fue pionera con la Casa Malva y, de nuevo, con el Centro de Crisis para Víctimas de Agresión Sexual. ¿Qué más prepara?

-Estamos preparando nueva ubicación para el Centro de Crisis para Víctimas de Violencia Sexual.

-¿Quedó pequeña la actual?

-Necesitamos más espacio para hacer cosas que ahora no podemos. Por ejemplo, terapias de grupo y cursos de formación. Y nos va a permitir tener una parte residencia para aquellas mujeres que lo necesiten.

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-¿Hay víctimas de agresión sexual que necesitan alojamiento?

-Con el Centro de Crisis hemos aprendido mucho, pues nos hemos encontrado con cosas que no esperábamos. Tenemos reservado un alojamiento en la Casa Malva para estos casos, pero nos hemos encontrado con turistas, con víctimas que estaban haciendo el Camino de Santiago, con agresiones de compañeros de piso, así que la víctima no puede volver a esa casa.

«Es muy preocupante la postura de la Fiscal Superior de Asturias»

- La Fiscal Superior, derecho de visita sin sentencia no lo ve

-Es muy preocupante la postura dela Fiscal Superior de Asturias respecto a la modificación que pretende evitar que los maltratadores tengan visitas a sus hijos e hijas.

-¿Por qué?

-Es muy preocupante porque no son declaraciones que haya hecho en un día malo, sino que lo pone en la Memoria de la Fiscalía. Su postura va en contra no solo de todos los estudios, de todos los datos, de todas las investigaciones, sino también va en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional.

-¿Qué dijo el Constitucional?

-Que esta medida es adecuada. Es más, el Defensor del Pueblo ya había solicitado medidas de protección para los hijos y la hijas de los maltratadores. Es más, España está condenada por la ONU por no proteger a los hijos y las hijas de los maltratadores. Es decir, es el gran agujero que teníamos como país frente a la violencia de género: la falta de protección a los menores hijos e hijas de maltratadores.

-¿Entonces?

-Es muy preocupante que cuando se dan pasos legales para mejorar esta protección, la postura de la Fiscal Superior de Asturias sea la contraria a todos los estudios, a todos los datos, a todos los organismos internacionales y al propio Tribunal Constitucional.

-¿No hay trabajo conjunto en el Observatorio de Violencia?

-En abril, la Audiencia Provincial creó la Comisión Provincial de Coordinación contra la Violencia de Género. Ahí nos vemos.

-¿No hay una vuelta a la idea de que la Ley de Violencia de Género discrimina a los hombres?

-Pero no hay esa discriminación. La Ley Integral es la que más consultas generó al Tribunal Constitucional e, insistentemente, ha repetido la absoluta constitucionalidad de la ley.

-¿Y agresiones de la pareja?

-Las atendemos todas, pero las agresiones vinculadas con la violencia de género van a la Red de Casas de Acogida.

-¿Cuándo cree que podrá estrenar el nuevo espacio?

-Antes de fin de año, seguro.

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-Además de en espacio, ¿crecerá en personal? ¿O con el equipo de menores están bien?

-De momento creemos que con las siete abogadas y las siete psicólogas cubrimos.

-¿Ya pelea el presupuesto 2023?

-Vamos a reforzar el Centro Asesor de la Mujer (CAM) de Laviana con una psicóloga, que no tenía. Vamos a hacer el primer congreso de prevención de violencia de género del Instituto Asturiano de la Mujer. Los días 24 y 25 de febrero en Gijón. Vamos a seguir con Coeducastur. Haremos la guía para centros coeducadores. El proceso de contraste de materiales de Educación Infantil, Especial y Formación Profesional. Y empezamos con la implantación voluntaria de Coeducastur. Será en doce centros, de enseñanza pública y concertada. Y, además, queremos aprobar en diciembre para desarrollar el año que viene la estrategia contra la explotación y la trata.

-¿Qué pasos puede dar Asturias?

-No creo que el papel de las políticas de Igualdad sea ser censor de nada ni actuar como policías, sino de prevención y dar herramientas a hombres jóvenes y mayores para que rechacen tanto la pornografía como la prostitución. Que vean lo que es: una explotación de mujeres y una violencia clarísima contra las mujeres. Algo que todos los hombres deberían rechazar.

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